Martha, la gobernadora caída
Tony Gali había establecido buenas relaciones con tres personajes ligados al entonces candidato de Morena a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, Fernando Manzanilla, operador de Julio Scherer Ibarra, asesor legal del entonces abanderado y hoy asesor jurídico del presidente de la República, César Yáñez, entonces vocero del tabasqueño y personaje clave en esta trama y el senador Pedro Haces Barba, con muchos intereses económicos en Puebla.
Yáñez era novio de la empresaria de origen tlaxcalteca, Dulce Silva, quien fue detenida por la Fiscalía de Puebla el 25 de octubre del 2016, acusada por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en su modalidad de ocultamiento de bienes producto de un delito.
El entonces fiscal, Víctor Carrancá Brouget, había seguido las instrucciones del entonces gobernador, Moreno Valle, quien le buscaba asestar un fuerte golpe a la figura del entonces líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a través de su vocero.
Dulce Silva era hija de un fuerte empresario empacador, de la región de Huamantla, Tlaxcala, zona famosa por sus ganaderías de toros de lidia.
Silva se había hecho amiga del periodista y director del periódico Intolerancia, Enrique Núñez, quien había sido un enérgico opositor al morenovallismo y sostenía una añeja pugna con el fiscal Carrancá.
Núñez apoyó en todo momento la campaña de liberación de Silva y eso lo hizo amigo de César Yáñez, la pareja sentimental de la empresaria, quien se encontraba internada en el Centro de Readaptación Social de Puebla a la espera de poder ser liberada.
Cuando Gali tomó el poder el 1de febrero del 2017, una de sus primeras acciones a instancias de su amigo, el periodista Núñez, para congraciarse con Yáñez, le otorgó la libertad a Dulce, quien obtuvo un amparo el 6 de enero de ese mismo año. El uno de mayo, Silva abandonaba el Cereso de Puebla.
Yáñez, por supuesto, quedó muy agradecido con el nuevo gobernador, quien había dado marcha atrás, en otro de los exabruptos de su antecesor.
Desde el inicio de su gestión, Gali tuvo constantes “piques” con el entonces fiscal, Víctor Carrancá, a quien le metió como “cuña”, a su hombre de confianza, el fiscal de averiguaciones metropolitanas, Gustavo Huerta Yedra, quien era el verdadero fiscal.
Por supuesto, los enfrentamientos entre Moreno Valle y Gali se incrementaban. No solo Tony había liberado a Dulce, sino que también, acotaba y ninguneaba a su fiscal.
De nueva cuenta hubo una reunión entre ambos personajes, las dos partes decidieron ceder, el 11 de octubre del 2018, Víctor Carrancá, solicitó licencia para dejar el cargo como fiscal de Puebla, en tanto, Gustavo Huerta Yedra dejaba la Fiscalía de Averiguaciones Metropolitanas y se convertía en el nuevo secretario de Seguridad en el estado, lo cual parecía una “salomónica” decisión “nada para nadie”, Gilberto Huerta Bernal, tomaba posesión de manera interina como nuevo Fiscal de Puebla, hasta ahí habían llegado las pugnas entre Gali y Moreno Valle. Los caminos de ambos personajes se habían bifurcado.
El 31 de mayo de ese 2018, en Las Serpientes de Efekto10, di cuenta de la fiesta que Tony Gali López le ofreció a César Yáñez en las Bodegas del Molino, para celebrar la liberación de Silva, a la cual asistió el empresario y líder sindical, Pedro Haces Barba, ligado también el tema de la espectáculos taurinos y ferias, la columna de marras, se tituló, César Yañez, living la vida loca y ahí está para quien guste revisarla, la 4T también se sabe divertir. Hasta pelea de gallos hubo.
Por cierto, Haces Barba manejó el palenque y la feria taurina de Puebla en el mes de mayo, durante la administración interina de Guillermo Pacheco Pulido, merced a la relación con el hijo del ex mandatario “Guillo” y el entonces secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla.
Bajo este escenario, Martha Erika Alonso Hidalgo, ya desde un año atrás, se había quitado el “de Moreno Valle”, arrancó campaña el 29 de abril de 2018 en su natal Tecamachalco, municipio que la vio nacer y por el cual siempre tuvo un especial cariño.
Sus recuerdos estaban ligados a las calles de este lugar en donde creció, corriendo, con sus hermanos por sus calles llenas de polvo y conviviendo como un niño más, al que le encantaba el futbol.
Pero las cosas al arranque de la campaña no marchaban bien, desde un inicio la contienda se perfilaba como sumamente cerrada, en la boleta Alonso Hidalgo, iba a enfrentar a un ex aliado de su esposo, Luis Miguel Barbosa Huerta, originario de Zinacatepec, pero avecindado desde su niñez en Tehuacán, Puebla.
Barbosa conocía perfectamente al morenovallismo, había sido su aliado en la contienda del 2010, cuando puso a las órdenes del entonces candidato del PAN a la gubernatura, las siglas del PRD y su corriente dominante, Nueva Izquierda, los Chuchos (Zambrano y Ortega).
El perredismo fue clave en la contienda por la gubernatura, las silgas de este partido le aportaron entre un 6 y un 7 por ciento de los 10 puntos totales con los cuales ganó la gubernatura Moreno Valle, quien a su vez fue generoso con su aliado, al cual encumbró dentro del partido del sol azteca.
Moreno Valle negoció con los Chuchos (Ortega y Zambrano) la senaduría para su aliado, quien además recibió una diputación para su operador político, Erick Cotoñeto y un sin número de prebendas.
Barbosa, quien ya había sido un importante e influyente diputado federal, no desaprovechó la oportunidad y no tardó en sobresalir dentro de la bancada del partido del sol azteca.
Cuentan y eso si no lo he podido confirmar que, fue Moreno Valle quien recomendó con Emilio Gamboa (el tío Gamboín) al hoy gobernador de Puebla para que encabezará la mesa directiva del Senado de la República, durante la discusión del Pacto por México y las mal llamadas reforma estructurales, las cuales encumbraron al entonces senador perredista.
Barbosa gozaba de la amistad del presidente Peña, había realizado un trabajo extraordinario en ese periodo, en donde las cosas le habían salido muy bien al mexiquense, por lo que el poblano, tenía manga abierta para poder acudir con los principales comunicadores de este país, López Dóriga, Alatorre, Loret, Aristegui, Merker, Gómez Leyva y los que usted guste, le abrían las puertas de sus espacios sin chistar, de ese tamaño era su importancia, pues legitimaba al gobierno priista, el cual lucía incluyente, ya platique que su contra parte en la cámara de diputados lo jugaba el panista, Ricardo Anaya.
La ruptura con Rafael, se sabe, inició cuando Moreno Valle, decidió deshacerse de su antiguo aliado y pactó con los Chuchos, que la dirigencia estatal del PRD, fuera para uno de los suyos, Jorge Cruz Bermúdez.
Nadie sabe a ciencia cierta el por qué Rafael tomó esta decisión, Barbosa como aliado había siempre respondido a sus intereses, algunos dicen que el entonces senador soñó en algún momento en poder convertirse en el mini gobernador, en lugar de Gali y eso provocó la ruptura, lo cierto es que fiel a su estilo, Moreno Valle se apoderó el PRD y rompió con quien más adelante se iba a convertir en su adversario.
Durante todo el 2016, Moreno Valle se ocupó de desmantelar toda huella del “barbosismo” dentro del PRD.
Pero no contaba con que su antiguo aliado ya había buscado nuevos amigos, el 13 de marzo del 2017, Miguel Barbosa renunciaba al PRD y al mismo tiempo anunciaba su arribo a las filas de Morena, el partido que en el 2015 había creado el tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador.
En un golpe magistral de audacia y que más tarde la sería recompensado con la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla, Barbosa “desgranó” la bancada del PRD en el Senado de la República, con él se fueron también doce senadores más de este partido, dejando al sol azteca en el ridículo total.
Los senadores que decidieron irse del PRD con Barbosa fueron: Lorena Cuéllar, Luz María Beristáin, Humberto Fernández, Fidel Demédicis y Raúl Morón; además de los seis que ya no eran del PRD: Benjamín Robles, Zoé Robledo, Alejandro Encinas, Mario Delgado, Rabindranath Salazar y Armando Ríos Piter, un golpe político magistral que perfiló a Barbosa, repito como el candidato de Morena a la gubernatura.
La interna de Morena a la gubernatura de Puebla fue mero trámite, todo estaba escrito, Barbosa iba a ser el candidato, dejando a un lado al ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas, en un inicio poyado por Manzanilla, el propio Fernando y Alejandro Armenta Mier.
Tanto Manzanilla como Armenta terminaron negociando y admitieron su derrota en la supuesta encuesta aplicada por la dirigencia nacional de Morena en manos de Yeidckol Polevnsky, quien se negó en todo momento a dar a conocer los resultados de dichos estudios, si es que existieron. El 23 de octubre de 2017, el nacido en Zinacatepec se convertía en el candidato de Morena a la gubernatura de Puebla y estaba listo para enfrentarse a Martha Erika Alonso, con un deseo de vencer pocas veces vista.
Las cosas para Martha Erika no lucían fáciles, la candidata de por Puebla al Frente era vista como la continuación de su esposo Rafael y eso lo hacía flanco de todo tipo se señalamientos.
Todos los “cadáveres” que Rafael había dejado en el clóset salían ahora para tratar de cobrar justicia de los antiguos agravios.
La traducción era que si Martha ganaba era Rafael quien iba a gobernar y aunque la candidata una y otra vez negó la versión, la percepción era completamente diferente.
Esto sumado al “tsunami” que se acercaba con la presencia de López Obrador en la boleta, hacía que la situación fuera bastante complicada para la candidata panista.
El tabasqueño pedía a sus leales votar todo por Morena y esto incluía las diputaciones locales, los municipios, la senaduría, las diputaciones federales y por supuesto la gubernatura.
En un intento desesperado por evitar el desastre que se avecinaba, Rafael le concedió a Martha Erika el otorgarle la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, al hijo predilecto del Yunque, Eduardo Rivera Pérez.
Lalo era un excelente cuadro, pero tuvo que sufrir las consecuencias de un modelo que Moreno Valle ya había previsto en caso de emergencia, las candidaturas comunes, veneno puro en algunos lugares, pero esquema que sacrificaba la mayoría en los ayuntamiento y en el Congreso local.
Originalmente, Rafael le había permitido a Martha el operar con su equipo, encabezado por Franco Rodríguez, pero en realidad la campaña recaía en Jorge Aguilar, que era hombre de todas sus confianzas.
Martha integró panistas como Francisco Fraile como vocero de la campaña, tratando de cuidar su relación con el albiazul, la cual estaba completamente rota con el ala yunquista, la cual había combatido la designación de Martha, la cual era vista como la continuidad de Rafael, de hecho hasta el último momento, Lalo Rivera la había disputado la postulación a la gubernatura.
Las encuestas marcaban una ligera ventaja para Martha, pero no se abrían, Barbosa era competitivo debido a la “marea guinda” que cada vez se acercaba más.
Las disputas a nivel nacional entre el presidente Peña y el candidato del PAN a la presidencia de la República, Ricardo Anaya, empeoraban más las cosas a nivel nacional y también local para el panismo, el cual se hundía en las encuestas
El candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, tampoco prendía y eran nulos los votos que le podía quitar a un López Obrador ya encarrilado y que cada vez hacia más grande la distancia frente a sus oponentes.
Ante este panorama, Rafael hizo a un lado a toda la estructura de Martha y tomó personalmente las riendas de la campaña de su esposa, Moreno Valle despachaba desde su casa de Las Fuentes, la cual había recuperado.
Con Moreno Valle regresó a escena su operador estrella, Eukid Castañón, quienes de inmediato se dieron a la tarea de llamar a todos los candidatos para exigirles que se pusieran a trabajar, pero a diferencia de otros años, cuando el dinero sobraba para las campañas, ahora los recursos no fluían, todos iban a la campaña de Martha.
Para debilitar el voto a favor de Barbosa, Rafael y Castañón idearon la campaña “AMLO si, Barbosa no”, la cual obtuvo resultados, muchos operadores y candidatos que estaban a favor del tabasqueño, admitieron trabajar para Martha y su campaña, como la ex diputada federal, Violeta Lagunes, quien había estado con Rafael al inicio de su gestión, pero luego se había cambiado de bando con la esperanza de alcanzar la candidatura de Morena a la alcaldía de Puebla. Al no obtener esta posición, la ex legisladora conocida por aventar “cocas de bote” durante la toma de posesión de Felipe Calderón, regresó a los brazos de su antiguo aliado.
Pero eso no es todo, la siempre efectiva campaña negra cobró dividendos, el periódico Cambio documentó la compra por parte de Barbosa, de la que fue la casa en Coyoacán, del ex presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado.
El mismo diario también cuestionó los estudios del ahora mandatario poblano, al señalar que no contaba con cédula para ejercer como abogado, además de los viajes que Barbosa realizó en su calidad de senador al extranjero, así como también sus onerosos gastos en lugares de lujo y un hotel de su propiedad en Tehuacán.
Pero faltaba el “toque maestro”, Rafael había pactado con el candidato del PRI, Enrique Doger y con el del Verde, Michel Chaín, el desgastar a Barbosa y hacer un solo frente contra el candidato de Morena, quien se encontraba rodeado por todos los flancos.
15 días antes de que se llevará a cabo la elección, Rafael ya sabía que todo estaba prácticamente perdido, salvo la gubernatura, la que había blindado a prueba de lo fuera.
En una comida con los candidatos a puestos de elección popular en las Bodegas del Molino, Moreno Valle arengó a sus candidatos de todos los partido políticos que abanderaban la candidatura de Alonso Hidalgo y ahí dirigió su famosa frase: “Ustedes tienen que trabajar para obtener el triunfo, a mí solo me alcanza para hacer un solo milagro”.
El 4 de junio del 2018 no iba ser un día más en la historia de Puebla, desde muy temprano millones de personas, acudieron a las urnas a depositar su voto, todo indicaba que López Obrador iba a arrasar, ya no había la menor duda, la pregunta era ¿Si le iba a alcanzar a Moreno Valle para hacer el famoso milagro del cual habló?
Las noticias para el morenovallismo a las primeras horas no eran nada alentadoras, Puebla capital estaba prácticamente perdida, la en ese entonces desconocida, Claudia Rivera Vivanco, estaba arriba en las encuestas de salida casi dos a una sobre Lalo Rivera, nadie podía dar crédito a lo ocurrido, López Obrador arrasaba y con él sus candidatos en toda la zona conurbada, diputaciones y alcaldías ya estaban en manos de Morena, habían cedido ante la “ola guinda” un tsunami que se presentó en aquella jornada electoral.
Las horas trascurrían de manera lenta, durante toda la jornada los grupos de chats de periodistas y políticos estaban activos, todos preguntaba ¿Cómo va Martha, va a ganar?
La jornada electoral se comenzó a caracterizar por sus hechos de violencia en diferentes puntos de la capital y al interior del estado, los disparos y la presencia de gente armada, el robo de urnas era la constante y la puesta en marcha de este “operativo” se le adjudicaba al operador de Rafael, Eukid Castañón.
El gobernador Gali estaba muy molesto por esta situación, Puebla era nota nacional por la violencia desatada y él sería señalado como el responsable de esto, así se lo hizo saber a Rafael, quien hizo caso omisos de sus llamados, lo hecho, hecho estaba.
Al cierre de las casillas, todo era incertidumbre, en el cuarto de guerra del morenovallismo y de Martha no había la tradicional algarabía, ni la acostumbrada fiesta, aunque la candidata se mantenía confiada en su triunfo.
A las 20 horas, las principales televisoras comenzaban a dar los resultados de las encuestas de salida, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador era inobjetable, superaba el solo, el voto de todos los partido de la oposición juntos.
Morena había arrasado en todos los estados, salvo Guanajuato, el bastión panista que se resistió el tsumani lópezobradorista, Morelos y Veracruz habían cedido ante el empuje del “Peje”, la gran pregunta era ¿Y Puebla?
En redes sociales, el encuestólogo, Rodolfo Rivera Pacheco, le daba el triunfo a Morena y su candidato, Luis Miguel Barbosa, con 10 puntos de ventaja, aunque había que tomar en cuenta que la empresa de Rivera, Buro de Estrategias y Análisis del Poder, había trabajado durante toda la campaña con el candidato de Morena a la gubernatura.
El ambiente electoral, se había enrarecido y era una auténtica jornada de locura, la transmisión del proceso electoral, la arrancamos a las 18 en la Ke Buena 1010 de AM y 89.7 de FM, estábamos al aire David Mendoza, Zeus Munive y quien esto escribe.
A las 20 horas, Consulta Mitovsky, empresa especializada en estudios de opinión, comenzó a dar los datos de sus primeras encuestas de salida en Televisa, las cuales corroboraban lo que ya se sabía, un triunfo total de Morena ¿Y Puebla?
El tiempo comenzó a transcurrir, alrededor de las 21 horas por fin, Mitovsky daba a conocer los resultados de su encuesta de salida, la cual le otorgaba el triunfo en Puebla a Miguel Barbosa, con 10 puntos de ventaja sobre Martha Erika Alonso,
El estupor se apoderó de todos, los números eran fríos, Barbosa era, por esos instantes, el nuevo gobernador de Puebla.
Se acercaban ya las 22 horas tiempo en el cual se debe de hacer un corte para dar paso de manera obligada a la Hora Nacional.
Los tres, Munive, Mendoza y su servidor aún estábamos atónitos, los invite a pasar a mi oficina para regresar a las 23 horas con el reporte de la celebración barbosista desde su bunker localizado en el hotel Crowne Plaza.
Comimos tacos árabes y los invite a beber un whiskey, todo se había consumado, Moreno Valle había perdido su primera elección y Puebla se preparaba para nuevamente experimentar la alternancia, como ya había ocurrido en el 2010.
De repente alrededor de las 22:35 minutos me comenzaron a llegar unos mensajes a mi teléfono, de un destinatario, cuyo nombre no puedo aún revelar.
– No te vayas con la finta, Martha ganó, yo sé lo que te digo, ahora que regreses al aire, da por hecho que Martha ganó, yo sé lo que te digo.
– No manches brooo, cómo crees, me voy a quemar al aire, Mitovsky ya dio como ganador a Barbosa.
– Yo sé lo que te digo, Martha ganó con una diferencia de 3 puntos. ¿Me crees o no me crees?
– Ok a ti si te creo. Si tú me lo dices si te creo.
–
Hasta ahí concluyó la charla, vía chat, Munive y Mendoza me veían con incredulidad.
– ¿Qué te dijeron me pregunto Munive?
– Que ganó Martha
– No manches como crees.
– Que sí, que ganó por tres puntos.
– David Mendoza terció, – No lo creo, me dijo.
– La fuente es de primer nivel fue mi respuesta.
A los pocos minutos recibí un nuevo mensaje de otro amigo, cuyo nombre tampoco puedo relevar aún. Este personaje me reiteró que Martha había ganado y que esperara a los resultados del conteo de salida contratado por el INE.
Quedaban pocos minutos para regresar al aire y aún no salía de mi estupor, decidí jugarme el todo por el todo, mis dos fuentes eran confiables y dignas de todo crédito.
La trasmisión se reanudó y regrese para comentar precisamente, que Martha había ganado la elección, con una diferencia de tres puntos de ventaja, aunque había que esperar al conteo rápido contratado por el INE, para tener la certeza absoluta sobre el resultado.
A las 23:30 horas, el Instituto Nacional Electoral daba como ganadora de la contienda en Puebla a la candidata de la coalición Juntos por Puebla, a Martha Erika Alonso Hidalgo, con tres puntos de ventaja sobre el candidato de Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta.
A las 24 horas despedimos las transmisión y a esa hora comencé a escribir mi columna para el otro día, pero las puertas del infierno se habían abierto, se habían desatado los demonios que dieron lugar al conflicto poselectoral más fuerte en la historia de Puebla y que derivarían en la muerte de la única mujer gobernara en la historia de la entidad.
En la entrega final, el conflicto poselectoral y la muerte de Martha.
Fotos: Es Imagen / José Castañares / Jafet Moz
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