El abogado defensor de derechos humanos, Joaquín Aguilar Méndez, dio a conocer que tienen registrados 527 casos de menores violados por curas pederastas en México.
En este sentido, Aguilar Méndez comentó que de manera conjunta con la Arquidiócesis Primada de México y la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) elaboran un protocolo para combatir la pederastia clerical.
Las instituciones trabajan en conjunto para mejorar y fortalecer prácticas para proteger del delito de abuso sexual a los niños, jóvenes y adultos en situación de riesgo, así como para promover la responsabilidad local en las iglesias y zonas vulnerables.
Por lo que dijo que el protocolo tiene como objetivo “ayudar a la atención ante los casos que se pudieran presentar, así como de apoyo a las víctimas, para crear conciencia y educar a la gente sobre la necesidad de proteger a los niños y personas vulnerables en nuestros hogares, parroquias, escuelas, hospitales y otras instituciones”.
“Uno de los compromisos de la Iglesia en nuestra época es hacer todo lo necesario para erradicar desde la raíz los abusos que pudieran presentarse en el seno de la Iglesia y de nuestra sociedad”.
De 2006 a la fecha, Aguilar Méndez ha recibido más 500 denuncias, de las cuales 98 por ciento son casos que jurídicamente ya prescribieron, debido a que a las víctimas de pederastia les es difícil hablar de los abusos.
La mayor parte de los abusos se cometen a niños de entre 9 y 12 años de edad. Nicolás Aguilar, por ejemplo, es señalado de violar entre 90 y 120 niños de entre cinco y 13 años en México y Los Ángeles California, Estados Unidos.
En el caso de Joaquín, quien acusa de violación a Nicolás Aguilar, cuando tenía 13 años, mientras se celebraba una misa, ha tenido que permanecer en terapia psicológica desde entonces.
Nicolás Aguilar se hizo amigo de la familia, frecuentó al entonces niño desde que tenía 9 años, para abusar de él cuatro años después, cuenta Joaquín.
La violación fue posible gracias a lo que el director de SNAP llama “tráfico de pederastas”, es decir, el cambio de una diócesis a otra que efectúa la Iglesia Católica cuando se entera de que hay un sacerdote pederasta.
Sin embargo, a pesar de que en 2009 SNAP dio a conocer una lista de 16 curas pedófilos en activo en México, de 65 acusados a nivel mundial, obtenida del Directorio Eclesiástico de la República Mexicana 2009, en la actualidad es imposible localizados debido a que se cambian el nombre y los apellidos.
“De pronto cuando los volvemos a buscar no están. Se cambian los nombres, hacen combinaciones y siguen abusando de niños”.
En cuanto al perfil del abusador sexual explica Joaquín, son personas seductoras y agradables, que eligen a niños con problemas familiares, en muchos casos con una ausencia de figura paterna.
En el caso de Joaquín, sus padres reaccionaron inmediatamente y acudieron ante el agente del Ministerio Público a denunciar. Sin embargo, en el proceso hubo desde ofrecimiento de dinero de parte de las autoridades para desistir de la denuncia en contra de Nicolás Aguilar, hasta la defensa encarnizada que hizo la Iglesia Católica del cura.
De acuerdo con un análisis de organizaciones mexicanas para el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de la Nacionales Unidas (ONU), Nicolás Aguilar habría abusado de niños en Los Ángeles California, Estados Unidos, en Puebla y en el Estado de México sistemáticamente a los largo de sus 30 años como sacerdote, encubierto por la Iglesia.
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