Los supermercados de varias zonas del norte de Italia, las más cercanas al brote de coronavirus causó tres muertos y más de 150 contagios, fueron completamente vaciados y están prácticamente agotados los jabones desinfectantes y las mascarillas.
Los medios de comunicación italianos se hacen eco hoy del asalto a los supermercados debido a la histeria colectiva por la difusión del coronavirus, a pesar de que no existe ningún tipo de restricción de apertura de los comercios, ni problemas en el aprovisionamiento, como recordó anoche el presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte.
El asalto a los supermercados no solo se produjo en las once localidades aisladas en las regiones de Lombardía y Veneto, consideradas el epicentro del brote, sino que se extendió a las grandes ciudades como Milán.
Además de vaciar los estantes sobre todo de agua, pasta y otros productos de larga conservación, prácticamente están agotados en todos los supermercados y farmacias los productos desinfectantes como la lejía y los geles de manos o toallitas húmedas, así como los guantes de latex o las mascarillas.
Incluso los dirigentes de una de las más importantes cadenas de supermercados en Italia se vieron obligados a emitir un comunicado de prensa tranquilizador:
«Estamos listos para enfrentar cualquier necesidad. Los almacenes están llenos, solo se trata de transportar los productos a los estantes».
Entre las medidas extraordinarias que se tomaron para limitar la difusión en las cuatro regiones que presentan casos se cerraron los colegios y universidades, los museos, cines y discotecas, y se cancelaron todos los eventos públicos.
Sin embargo, el concejal de Bienestar Social de la región de Lombardía, Giulio Gallera, puntualizó que los centros comerciales y el resto de tiendas permanecerán abiertas.
Esto no detuvo la histeria y tampoco los casos de especulación denunciados por las asociaciones de consumidores que notificaron que se dispararon los precios de algunos productos sanitarios sobre todo en las ventas on line.
La mayor asociación de consumidores, Codacons, presentará hoy una denuncia ante la fiscalía de Roma y la Policía Financiera contra la especulación sobre las listas de precios que se registran en estas horas en los principales portales de comercio electrónico.
El presidente de Codacons, Carlo Rienzi, denunció que, por ejemplo, un gel desinfectante clásico de 80 ml, que normalmente se encuentra en el mercado por alrededor de 4 dólares, ahora se vende en la web por 24.3 dólares, con un recargo en el precio minorista del 650 por ciento.
«Las mascarillas protectoras que antes se vendían a menos de 10 céntimos de euro cada una, ahora cuestan 2 dólares euros en Internet, con un aumento del precio del mil 700 por ciento», denunció.