El obispo auxiliar de Puebla, Monseñor Tomás López Durán, encabezó la misa dominical de este domingo que es el último día del año liturgico y se celebra la fiesta de Cristo Rey del Universo, donde señaló que en cualquier camino de nuestras vidas nos encontramos a gente necesitada, con falta de cariño y atención, donde será la oportunidad de demostrar la generosidad y ser sensibles a la fe.
Es por ello que, Jesús señala que aquellos que le dieron de beber o comer a los más pequeños «le dieron de comer a Jesús, esto es lo novedoso, nos abre el horizonte de la fe, que esos pequeños están reflejando la presencia de Jesús, no de envaldee nació pequeñisimo, pobre y humilde, sencillo y carente de todo y necesitado de todos».
«La fe siempre se va a ver madura y floreciente cuando da sus frutos y cuando se vive la caridad. La plenitud de la fe, será la caridad», dijo.
Con la ausencia del arzobispo Víctor Sánchez, el monseñor Tomás López aseguró que Jesús se hace presente en los más necesitados y más pobres, «y dice el evangelio, mis hermanos los más pequeños y son pequeños no solamente como un adjetivo sino por una realidad que la sociedad ha trabajado, pequeños porque casi no se notan, apenas son perceptibles y de esos hay muchos en nuestras comunidades y familias».
Insistió que Jesús está esperando que «nuestro corazón se conmueve y que le ofrezca un vaso de agua, un vestido, una visita al hospital o porque está encarcelado, ahí está presente Jesús».
Por lo que, destacó que Jesús asume nuestras propias necesidades y pecados, «carga nuestra debilidad, y nuestros pecados».
«Sí nosotros queremos medir en nuestra vida en el termómetro que tanto ha crecido nuestra fe, basta con ver tus obras de caridad».