El Grupo Parlamentario del PVEM celebró la aprobación unánime, en la Cámara de Diputados, de la reforma al artículo 154 de la Ley General de Bienes Nacionales, para sancionar hasta con más de un millón de pesos a los concesionarios que no mantengan limpias las playas mexicanas.
En un comunicado, la bancada indicó que con dicha reforma se establece una multa de 3 mil y hasta 12 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente, a los concesionarios que no cumplan con el ordenamiento de mantener limpias las playas.
Para este 2023, apuntó, la sanción ascendería a un millón 244 mil 880 pesos, tomando en cuenta que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la UMA se fijó en 103.74 pesos diarios para este año.
De acuerdo con el dictamen, que se turnó al Senado de la República para su ratificación, la multa se aplicará a los propietarios de terrenos colindantes con la zona federal marítimo terrestre o los titulares de concesiones, permisos, autorizaciones y acuerdos de destino, por el incumplimiento de la obligación de mantener limpia el área concesionada.
El Grupo Parlamentario del PVEM explicó que la reforma consistió en especificar que la sanción que ya se aplica para quienes niegan el acceso a las playas, se aplique también a quienes incumplan la obligación de mantener en óptimas condiciones de higiene el área concesionada. Dichos términos fueron modificados a través de una reserva, presentada también por el PVEM, para dejar explícito en el texto: “… a quienes incumplan la obligación de mantener limpia el área concesionada”.
El diputado José Antonio Estefan Gillessen, quien fundamentó el dictamen, explicó que la reforma busca fortalecer la regulación en la materia, pero a la vez abonar en el cuidado y mantenimiento de las playas mexicanas, pues, 17 de las 32 entidades federativas cuenta con un litoral costero, lo que posiciona a México en el segundo lugar mundial dentro de los destinos turísticos predilectos, tanto a nivel nacional como internacional.
“Los recursos naturales son el atractivo irrefutable que nos posiciona como destino no sólo predilecto, sino irremplazable para miles de turistas al año; lo que nos obliga a tomar acciones para hacer un uso sustentable y sostenible de los mismos, evitando con ello que su explotación irracional los lleve a su degradación o desaparición”, aseveró.
Resaltó que, de acuerdo con la organización Greenpeace, no sólo turistas, sino también toneladas de basura plástica llegan cada año a las playas de México y se tiene el dato de que, hasta el mes de julio del año pasado, en las playas de Cancún la contaminación por residuos sólidos alcanzó la cifra de alrededor de tres toneladas de basura.
“Por todo ello, resulta necesario y urgente hacer una reforma que no sólo vea a estas superficies como un bien desde la óptica patrimonial, sino desde la concepción ambiental”, apuntó Estefan Gillessen.
Foto: Cámara de Diputados