Luego de seis meses desde su inicio como movimiento de protesta social en Francia contra el alza de los combustibles, los “chalecos amarillos” volvieron hoy a protestar en las calles del país contra las políticas del presidente Emmanuel Macron.
Los “chalecos amarillos” realizaron este sábado su Acto XXVII de protestas, considerado el de menor participación desde noviembre pasado, luego que el Ministerio del Interior calculó 15 mil 500 manifestantes en diferentes ciudades, incluidos mil 600 en París, aunque el número “amarillo” fue de casi 40 mil 500.
La semana pasada, las autoridades estimaron 18 mil 600 manifestantes en toda Francia, con lo que la participación se había reducido significativamente en esta jornada, confirmando una tendencia a la baja en las manifestaciones, pero no de la lucha, según miembros del movimiento.
La convocatoria nacional tuvo lugar en Nancy y Reims, donde marcharon alrededor de mil 300 personas en la primera ciudad y mil en la segunda, aunque en ésta última se registraron enfrentamientos que dejaron al menos un adolescente herido por disparo del polémico lanzador de balas de defensa (LBD).
Varios escaparates comerciales y un kiosko sufrieron daños durante los choques entre policías antimotines y manifestantes, quienes portaban carteles con frases como “el Estado nos divide, las calles nos unen” y “los que no se mueven no sienten sus cadenas”, entre otras.
En Nancy, la manifestación se desarrolló en calma, aunque reportes de medios locales indicaron que “chalecos amarillos” retiraron una bandera europea de su mástil en la Gran Metrópolis, pero sin que se reportaran incidentes mayores.
También se efectuaron protestas en París, Lyon, Burdeos, Lille, Besançon, Saint-Nazaire, Marsella, Montepellier, Toulouse y otras ciudades, todas en un ambiente tranquilo en el cual los manifestantes corearon consignas contra el gobierno de Macron, sus políticas y la implementación del referéndum de iniciativa ciudadana.
El presidente francés dijo el viernes que el movimiento social tenía salida política, pidió a todos que “regresen al curso de su vida” y expresen sus diferentes opiniones durante las elecciones.