La enseñanza de Física en la BUAP tiene una amplia tradición, se remonta a 1950 con la fundación de la segunda escuela en esta disciplina a nivel nacional. Desde entonces, el quehacer académico y científico en esta área ha sido constante y posiciona a la Máxima Casa de Estudios en Puebla como un referente a nivel mundial. Tal es así que forma parte de las cinco instituciones mexicanas que participan en el desarrollo de un monitor de haz para el experimento MPD (Multi-Purpose Detector) del colisionador NICA, el cual se encuentra en el Joint Institute for Nuclear Research (JINR) en Dubná, Rusia.
En este proyecto interviene el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, así como las universidades de Colima y Sinaloa. Este grupo multidisciplinario de científicos, estudiantes y técnicos es conocido como MexNICA.
En una reunión de trabajo entre representantes de estas instituciones mexicanas y autoridades del JINR, celebrada en el Salón Verde del Edificio Carolino de la BUAP, Martha Alicia Palomino Ovando, directora de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM), refirió que la consolidación de la planta docente, la infraestructura y la incursión en diferentes áreas del conocimiento determinan este tipo de colaboraciones, cuyo fin es generar ciencia de frontera.
“Este tipo de actividades para nosotros es importante, tiene que ver con la aportación que hacemos al conocimiento, a la ciencia, a la solución de problemas y a la formación de estudiantes. Lo anterior, nos posiciona como facultad e institución en el marco internacional, lo cual atrae los reflectores y permite que nuestros académicos se integren a diferentes proyectos”.
Por parte del JINR, Vladimir Kekelidze, director del Laboratorio de Altas Energías y del proyecto Nuclotron Based Ion Collider fAcility (NICA); Alexander Sorin, jefe científico del JINR, y Adam Kisiel, portavoz del experimento MPD, dieron a conocer el trabajo de esta organización rusa que integra a 18 estados miembros y en la cual colaboran 800 centros científicos de 62 países. Este instituto dispone de siete laboratorios, entre ellos Física de Neutrones, Radiación Biológica y Física de Altas Energías; así como un centro universitario para entrenamiento y educación.
En el JINR se construye el colisionador NICA, un colisionador de núcleos de átomos pesados diseñado para acelerarlos a velocidades cercanas a la luz y luego hacerlos chocar entre sí. Este incluirá tres experimentos para el estudio de la materia en condiciones extremas, de densidad de energía y de temperatura. Actualmente funciona uno de estos experimentos, el llamado BM@N (materia bariónica en nuclotrón); mientras que los otros dos están en construcción: el MPD (detector multipropósito) para estudiar las propiedades de la materia nuclear en condiciones extremas y SPD para realizar física spin.
Cabe destacar que este 11 de octubre, en la embajada de Rusia en la Ciudad de México, se realizará la firma del memorándum de entendimiento que formaliza la intervención de MexNICA en el experimento MPD.
La región inexplorada: plasma de quarks y gluones
Mario Rodríguez Cahuantzi, investigador de la FCFM, detalló que el proyecto NICA está enfocado al estudio complementario del plasma de quarks y gluones, un estado de la materia que se supone existió en los primeros microsegundos del universo, cuando la temperatura y la densidad fueron muy altas.
“Este es un megaproyecto planteado a finales del año pasado, en una reunión en el CERN en Ginebra, Suiza, para discutir el futuro en el área de iones pesados. Los experimentos en Ginebra cubren una región de energía y este experimento cubrirá otra región, inexplorada hasta ahora”, explicó.
En el caso de la BUAP, cinco investigadores y seis estudiantes desarrollan un sistema de monitoreo de haz para que el experimento MPD disponga de un sistema que identifique los eventos de interés en colisiones. “La propuesta de la Universidad es mejorar las capacidades de disparo de este experimento”.
Como parte de su contribución para el experimento MPD, en el cual participan 465 científicos de 10 países, propusieron instalar dos monitores de haz para estudiar las características de las partículas que van a colisionar, así como las características de las partículas producidas en la colisión, lo que permite encontrar una transición entre las fases de materia nuclear.
Los científicos de la FCFM colaboran en el diseño, construcción de los prototipos y el sistema de adquisición de datos, así como en las simulaciones. “Hasta el momento, se tienen dos prototipos construidos y funcionando. En breve, los resultados iniciales serán publicados en artículos de investigación”, puntualizó Rodríguez Cahuantzi.