Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) propusieron diseñar una prueba diagnóstica basada en tiras reactivas de aplicación personal para la detección del virus SARS-CoV-2, que podría ser usada en zonas rurales.
La propuesta de esta prueba diagnóstica es similar a la realizada por personas con diabetes al revisar sus niveles de glucosa, debido a que se toma una muestra de exudado faríngeo y se amplifica el ADN para ser aplicado a una tira reactiva, explicó el investigador de la Unidad de Genómica Avanzada-Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (UGA-Langebio), Luis Gabriel Brieba de Castro.
Detalló que esta tira reactiva contiene un anticuerpo que se acopla a los ácidos nucleicos amplificado y le provoca un cambio de color con lo que se detecta la presencia o ausencia de la infección; consideró que sería una buena opción para identificar personas asintomáticas contagiadas con el virus, que se estima son 50 por ciento de la población.
El especialista estimó que la prueba tendría un costo aproximado de 250 pesos y cualquier persona se la podría aplicar, con un tiempo de respuesta de media hora.
La propuesta de diagnóstico está basada en el uso de la polimerización-amplificación medida por recombinasa (RPS, por sus siglas en inglés) exponencial de ácidos nucleicos. Ésta se realiza mediante la generación de un método de detección isotermal.
En éste los ácidos nucleicos del virus se copian a temperatura ambiente, lo que permitirá evaluar la presencia del SARS-CoV-2, a través de un exudado faríngeo obtenido en cualquier clínica o en el mismo hogar.
Explicó que un ácido nucleico se amplifica con un equipo que cambia diversas temperaturas: 55, 72 y 95 grados centígrados, esas máquinas se acoplan para amplificar genomas de SARS2, otros virus o bacterias. La tecnología que se propone establece un protocolo enzimático capaz de realizar esos ciclos a una sola temperatura.
La principal diferencia de esta propuesta de otros métodos de RPA consiste en que los componentes enzimáticos diseñados en UGA-Langebio son obtenidos a partir de genes de bacterias termófilas, que probablemente son resistentes a procesos de liofilización, por lo que su distribución se volverá más accesible.
“Proponemos diseñar un pequeño ‘kit’ donde se encuentren los componentes enzimáticos liofilizados y que, en conjunto, con tiras reactivas, se pueda llevar a cabo la identificación del SARS-CoV-2.
«Esperamos que esta metodología ‘Recombina-Polimeriza’ sea de especial impacto en zonas rurales donde las condiciones del sistema de salud son precarias y no cuentan con acceso a tecnologías que implican alto costo”, sostuvo Luis Gabriel Brieba.