El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el viernes la reactivación de las órdenes de captura contra los miembros de los negociadores de paz de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el atentado terrorista del jueves en Bogotá y pidió a Cuba, sede de los diálogos, que las haga efectivas.
En una alocución al país, Duque dijo: «he ordenado el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de este grupo en Cuba y he revocado la resolución que creaba las condiciones que permitan su permanencia en ese país».
Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol», agregó el presidente en un mensaje en cadena nacional de diez minutos de duración.
Duque tomó esta decisión después de analizar con el Consejo de Seguridad Nacional y «con líderes de la comunidad internacional» la situación generada en el país por el atentado con un carro bomba contra la Escuela de Cadetes de la Policía que ayer dejó 21 muertos incluido el atacante y 68 heridos.
El ataque fue atribuido por el ministro de Defensa, Guillermo Botero, y el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, al ELN del que, según aseguraron, hacía parte José Aldemar Rojas Rodríguez, identificado como el autor material de la matanza al conducir la camioneta con 80 kilos de pentolita que fue ingresada en la escuela.
Basta ya, señores del ELN. Basta ya de muertos, basta ya de secuestros y de atentados contra el medio ambiente. Colombia les dice: Basta», enfatizó Duque.
El presidente agradeció la solidaridad expresada por el Gobierno cubano a raíz del atentado y le pidió «hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas».
Los diálogos de paz con el ELN fueron iniciados por el anterior Gobierno colombiano en febrero de 2017 en Quito, pero en mayo de 2018 se trasladaron a Cuba donde la última ronda de conversaciones concluyó el pasado 3 de agosto.
Al asumir la Presidencia, el 7 de agosto, Duque anunció que revisaría la conveniencia de seguir con esa negociación, que desde entonces están suspendidas por la exigencia del Gobierno al ELN de que termine todas sus actividades criminales, especialmente el secuestro.
Demandamos la liberación de los secuestrados y el fin de sus actos criminales. Por esa misma razón, también denunciaremos a cualquier Estado que brinde respaldo o permita la presencia de miembros de este grupo en su territorio», subrayó el mandatario.
Igualmente dijo que seguirá «la persecución contra este grupo con toda las capacidades ofensivas y sancionatorias del Estado».
Perseguiremos sus bienes quitándoles el dominio y llevando sus testaferros a la justicia y fortaleceremos la desmovilización individual para que los miembros del ELN que genuinamente le apuesten a dejar la violencia tengan una ruta de regreso a la civilidad», manifestó.
Asimismo, dijo que en el Gobierno serán «implacables para desmontar sus estructuras de narcotráfico, extorsión, minería ilegal y contrabando».
Duque no afirmó expresamente que cancelará los diálogos con el ELN pero dijo ser consciente de que decisiones como la que ha tomado hoy «traen implicaciones y desafíos para toda Colombia».
Sin embargo, recordó: «a los colombianos nunca nos ha tocado fácil y siempre hemos superado los obstáculos. Esta no será la excepción y no nos vamos a dejar intimidar por el terrorismo».
EFE