La policía identificó a un niño que fue encontrado muerto en una caja en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, hace más de 60 años.
El chico, conocido por generaciones como el «niño de la caja», fue identificado como Joseph Augustus Zarelli.
La policía dice que la tecnología de ADN y el trabajo de detectives los ayudaron a dar finalmente con el nombre en el caso que sigue siendo el asesinato sin resolver más antiguo de la ciudad.
El misterio había «perseguido a esta comunidad», dijo la comisaria de policía de Filadelfia, Danielle Outlaw.
En una conferencia de prensa el miércoles, la policía dijo que no daría a conocer el nombre de los padres del niño y se negó a decir quién era el responsable de su muerte.
El caso sigue abierto, dijo la policía, y pidió ayuda al público para completar los detalles de la vida del niño.
Los detectives habían intentado usar pruebas de ADN para identificar al niño a partir de sus restos antes, pero la muestra era insuficiente.
Posteriormente, un especialista forense pudo usar la misma muestra de ADN para identificar a los familiares del niño.
Las autoridades buscaron registros de nacimiento y adopción para conectar al niño con sus familiares. Nació el 13 de enero de 1953, dijeron desde el departamento de policía.
Caso abierto
En febrero de 1957, los restos de un niño que se presuponía tenía entre 4 y 6 años fueron encontrados envueltos en una manta dentro de una caja de cartón de los almacenes JC Penney en una zona boscosa del barrio Fox Chase de Filadelfia.
El niño, que estaba desnudo y gravemente magullado, pesaba solo 13,6 kilos y tenía varias cicatrices pequeñas en el cuerpo, según el National Center for Missing & Exploited Children. Fue golpeado hasta la muerte, según la policía.
En aquel entonces se distribuyeron carteles con la foto del niño por toda la ciudad.
La policía local, los médicos forenses y los analistas de ADN han intentado durante décadas resolver el caso, siguiendo cientos de pistas locales y nacionales.
El enigma también se convirtió en una fascinación para detectives profesionales voluntarios, incluido un grupo llamado Vidocq Society, a quien la policía agradeció su ayuda durante la conferencia de prensa del miércoles.
Los detectives han seguido miles de pistas sin éxito, incluido que el niño fue secuestrado en un supermercado de Long Island, Nueva York, y que era un refugiado húngaro.
Los restos del niño fueron enterrados en un cementerio local con una lápida que dice «Niño desconocido de Estados Unidos».
Nadie debería «tener que esperar tanto» para que se cuente su nombre y la historia de su vida, dijo Outlaw.
BBC News