Angelina Ramírez Bolaños es una mujer de 30 años de edad, pero de niña padeció leucemia aguada, que con tratamientos en el Hospital de Alta Especialidad Médica del Instituo Mexicano del Seguro Social (IMSS) “San José” de Puebla logró superar.
En conferencia de prensa, acompañada por sus dos hijas de 15 y 10 años de edad, la paciente relató cómo fue que de niña le diagnosticaron cáncer en la sangre, lo grave que estuvo, pero también la alegría que le dio cuando los médicos le confirmaron estaba dada de alta.
Comentó que todo comenzó en 1996 cuando ella tenía 7 años, entonces padecía dolor de estómago, sangrado en la nariz, dolor de cabeza y dejó de comer; lo que también debilitó su sangre.
Entonces, después de realizarle diversos estudios, como una biometría hemática, le confirmaron que tenía leucemia aguda y con ello comenzó un tratamiento que consistió en quimioterapias, radioterapia y trasplante de médula, éste último fue difícil porque no era compatible con alguno de sus familiares, dijo.
En la escuela, abundó, por la ignorancia de las maestras padecía discriminación, pues en ese entonces su maestra le decía a los compañeros que no se juntarán con ella porque se iban a contagiar de cáncer, teoría que la medicina rechaza, toda vez que la leucemia no es contagiosa ni hereditaria, señaló.
Angelina Ramírez citó que en todo este proceso de seis años, lo más difícil fue cuando estuvo en terapia intensiva, pues sus defensas estaban bajas y ello derivó en una neumonía que se conjuntó con varicela.
Sin embargo, con la ayuda de los médicos y enfermeras del IMSS, así como del cariño de sus padres y hermanos salió adelante, a tal grado que teniendo 13 años de edad fue dada de alta, y solo de manera periódica acudía a revisión médica.
Comentó que los médicos dijeron que eran pocas las posibilidades de ser madre, pero teniendo 14 años se embarazó y tuvo su primer hija, a quien llamó Haydee, y cinco años después a su segunda hija, llamada Mayte Guadalupe.
Hoy, la empleada en una tortillería y sobreviviente de cáncer en la sangre, recomienda a los padres de familia estar muy pendientes de cualquier señal que refleje que no está bien la salud de sus hijos.
Con aspectos como sangrados en la nariz sin razón aparente, falta de apetito, o ingerir alimentos pero devolverlos porque el estómago no los tolera, moretones o hematomas en alguna parte del cuerpo, entre otras síntomas.
Ramírez Bolaños es una sobreviviente de la leucemia aguada, y trata de llevar un estilo de vida saludable como le recomendaron los médicos, evitar el consumo de embutidos, alimentos procesados o con conservadores, menos harinas y azúcar, incrementar consumo de frutas, verduras y agua natural.
De acuerdo a la doctora Wendy Pérez Lozano, hematóloga del Hospital de Alta Especialidad “San José” del IMSS Puebla, al año se tiene un reporte de 10 casos de cáncer infantil como la leucemia en cualquiera de sus tipos.
Señaló que hay mayor prevalencia en niños que en niñas, con mayor frecuencia en infantes de dos a cinco años de edad, pero cuando esta enfermedad se detecta a tiempo puede ser curable en dos años de tratamiento.
Resaltó que los costos para atender este padecimiento son caros, pero los derechohabientes del IMSS no pagan un solo peso y el instituto les cubre todos los estudios, medicamentos, quimioterapias, radioterapias, incluso los trasplantes o los estudios de viabilidad cuando no son compatibles.
En Estados Unidos, citó, logran un 90 por ciento de cura en los casos de cáncer infantil como la leucemia, mientras que en América Latina se estima un 60 por ciento de cura en los niños.