A partir del primero de julio de este año entró en vigor el “T-MEC”, que es el Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá, que sustituye al anterior tratado comercial conocido como TLCAN.
El tratado comercial del T-MEC no es una panacea, “el hecho de que ya esté en vigor, las exportaciones de México y de Puebla no se van a incrementar de manera automática, ni tampoco, de manera automática, las inversiones extranjeras comenzarán a llegar”, afirmó Derzu Daniel Ramírez Ortiz, catedrático de la Licenciatura de Relaciones Internacionales de la UPAEP.
Dijo que las autoridades, comenzado por el gobierno estatal y federal están encargados y obligados a construir las condiciones necesarias para que el Tratado Comercial cumpla con su cometido y funcione para todos.
Porque, a pesar de que el tratado comercial ya entró en vigor, “es importante considerar que el tratado en sí es necesario para lograr el desarrollo económico de nuestro país y de nuestro estado, pero no es suficiente”.
Ramírez Ortiz apuntó que en el caso de Puebla, para que la economía poblana se vea beneficiada por el T-MEC, el gobierno estatal debe poner atención a tres principales rubros, el primero de ellos es que debe generar la certidumbre jurídica, y desligarse de la política de incertidumbre que el gobierno federal ha venido desarrollando, es decir, “enfatizar que en Puebla se respetan las leyes y que los derechos de los inversionistas si valen”.
El segundo punto que debe tener en cuenta el gobierno poblano es que urge corregir el preocupante problema de la inseguridad que se vive en el estado. “Lamentablemente, Puebla se encuentra entre los 10 estados con mayores homicidios a nivel nacional. Siguen los problemas como el robo de combustible, entre otros problemas, que no dan una buena imagen para atraer más inversiones que se puedan generar por el nuevo acuerdo comercial”, externó Derzu Ramírez.
Como tercer punto, el gobierno de Puebla debe poner atención en el fomento hacia los productores, para que cada vez, sean más los que puedan enrolarse en los circuitos del comercio internacional, principalmente hacia los Estados Unidos y Canadá, indicó el académico de la UPAEP.
En este sentido, el estado de Puebla tiene un gran reto, que es el de diversificar las exportaciones que el estado realiza. Porque podemos observar cómo el sector automotriz y del transporte acaparan casi la totalidad de las exportaciones y de las mercancías que Puebla le vende al mundo, comentó el internacionalista.
“Aproximadamente el 80 por ciento de las exportaciones que hace Puebla pertenecen al sector automotriz y del transporte. En un muy lejano segundo lugar viene la industria de los alimentos equivalente a un 3 por ciento del total de las mercancías que nuestro estado le vende al mundo, después de estos sectores viene el relacionado al textil o plástico, con menores porcentajes”, refirió Ramírez Ortiz.
Subrayó que ante este escenario es importante que el estado de Puebla ponga mucha atención en desarrollar las capacidades exportadoras no sólo de grandes empresas, sino sobre todo de las pequeñas y medianas empresas, porque ahora con los tiempos que se están viviendo en donde el confinamiento les ha pegado duro a los pequeños y medianos productores, además de considerar que las PYMES producen alrededor del 60 por ciento de los empleos en el país, es necesario establecer mecanismos de apoyo para que se sumen al comercio internacional con los socios de Norteamérica.
Externó que Puebla tiene con que competir, con productos tradicionales, alimentos, vestimenta tradicional y algunas artesanías que ya cuentan con denominaciones de origen como es el caso de la talavera, por ejemplo.
Con este nuevo acuerdo comercial se continúa con la puesta en marcha de las reglas económicas con las que se garantiza un comercio transfronterizo libre de aranceles, así como la eliminación a los obstáculos a la inversión extranjera directa que se dé entre los tres países miembros, señaló Derzu Ramírez.
Agregó que esto es muy importante para México, porque ya es conocida la gran dependencia que nuestro país tiene con respecto al mercado estadounidense. Además de que es importante la fecha del primero de julio porque hay que recordar que Donald Trump ha ejercido una política exterior muy proteccionista y él desde su campaña había prometido cancelar el tratado comercial anterior, principalmente con México.
Con respecto a la próxima visita del presidente de México Andrés Manuel López Obrador con su homólogo de los Estados Unidos, Donald Trump para sostener una reunión de trabajo. El académico señaló, “es la primera vez que Andrés Manuel López Obrador saldría de territorio mexicano como presidente de la república mexicana”.
Enfatizó que otros presidentes de gobiernos como Alemania, Francia, Japón y Canadá han declinado en diferentes ocasiones la invitación del presidente de los Estados Unidos de estar presentes en suelo norteamericano. “Ya que esta situación obedece a una estrategia electoral de Donald Trump, que está compitiendo por una reelección a la presidencia de los Estados Unidos en noviembre próximo”.
Mientras que en el caso de México, un canon de la política exterior mexicana histórico, ha sido, “el que el presidente mexicano no debe realizar una visita en periodos electorales de los Estados Unidos, porque se puede enviar una señal equivocada y puede fracturar o complicar la relación bilateral que nuestro país tiene con nuestros vecinos del Norte”, manifestó el académico de la UPAEP.
Dijo que la agenda de política exterior de nuestro país con respecto a los Estados Unidos, siempre es una agenda muy compleja que exige tener colaboración no sólo con el presidente de aquel país, sino también con una serie de actores del estado, como es el congreso, los grupos económicos o las comunidades de migrantes.
Derzu Ramírez, acotó que “el hecho de que un presidente mexicano haga una visita en periodo electoral, puede mandar la señal de que el gobierno mexicano se está inclinando por un partido político, situación que puede tensar la relación con los otros actores de los Estados Unidos”.
Por último, señaló que es crucial que un presidente mexicano tenga una lectura global, que cuente con una política exterior estratégica y es positivo que un presidente de México visite los Estados Unidos, sin embargo, no en periodos de elecciones como es en estos momentos, porque se estará exponiendo a desplantes políticos, a declaraciones rupturistas o llamativas que Donald Trump, posiblemente hará, por el proceso electoral en que se encuentra.