Se espera que la economía mexicana cierre el 2023 con un crecimiento cercano al 3% y que las variables macroeconómicas se mantengan estables, reduciendo la incertidumbre para los inversionistas. Sin embargo, se necesitarán planes y programas que fomenten la inversión productiva para lograr un crecimiento sostenible y cumplir con los objetivos económicos del país.

En el 2023, se espera que la tasa objetivo en México se mantenga en el 11.25%, lo que representa el costo del dinero en la economía. Esta tasa afecta los intereses que cobran las instituciones bancarias al otorgar préstamos a las personas. Aunque el 11.25% puede parecer alto, algunas tarjetas de crédito cobran tasas superiores, llegando incluso al 62.5%, refirió Anselmo Salvador Chávez Capó, profesor de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP.

A nivel internacional, la Reserva Federal de Estados Unidos ha cambiado su tasa objetivo al 5%, lo que indica que México busca mantenerse alineado con las políticas de la FED para evitar una fuga de inversores hacia Estados Unidos, expresó el académico.

Dijo que la inflación anual se espera que alcance el 4.6% en 2023, mientras que la inflación subyacente (que no incluye productos volátiles como alimentos y energía) se pronostica en 5.20%. Aunque la inflación general está disminuyendo, la subyacente sigue siendo alta, lo que representa un desafío para el control de la inflación en el país.

Se espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sea de aproximadamente 2.59% en 2023, impulsado principalmente por el crecimiento del sector industrial y la reactivación de la construcción. La inversión fija bruta ha mostrado un crecimiento del 4.5%, lo que indica un mayor dinamismo en la economía, asentó Chávez Capó.

Con respecto al tipo de cambio, señaló que se espera que se mantenga alrededor de los 17.96 pesos por dólar para fines del año, lo que representa un ligero aumento en comparación con la situación actual.

Las remesas seguirán siendo un factor relevante para la economía mexicana, con un ingreso anual cercano a los 60 mil millones de dólares.

En general, se espera que la economía mexicana cierre el 2023 con un crecimiento cercano al 3% y que las variables macroeconómicas se mantengan estables, reduciendo la incertidumbre para los inversionistas. Sin embargo, se necesitarán planes y programas que fomenten la inversión productiva para lograr un crecimiento sostenible y cumplir con los objetivos económicos del país.

Exhortó a las familias para tener un mayor control sobre nuestras finanzas y tomar decisiones más informadas. Anselmo Chávez compartió algunas recomendaciones para afrontar la situación económica en el ámbito familiar:

Dijo que es fundamental elaborar un presupuesto que refleje todos los ingresos y gastos familiares. Registrar detalladamente los gastos mensuales y asignar una cantidad específica para cada categoría, como alimentos, servicios básicos, transporte, entretenimiento, ahorro, entre otros.

Señaló que es importante identificar y eliminar gastos innecesarios o superfluos, como compras impulsivas, suscripciones no utilizadas, servicios extras que no se requieran, etc. Es importante distinguir entre necesidades y deseos y priorizar los gastos esenciales.

Además, aconsejó destinar una parte de los ingresos al ahorro para crear un fondo de emergencia que pueda cubrir imprevistos o situaciones económicas adversas. Esto brindará mayor seguridad financiera a la familia.

Si se tienen deudas, es fundamental establecer un plan para liquidarlas de manera ordenada y evitar caer en intereses y pagos excesivos. Priorizar el pago de las deudas con tasas de interés más altas.

Subrayó que es importante adquirir conocimientos sobre finanzas personales y educar a todos los miembros de la familia en temas como presupuesto, ahorro, inversiones y créditos responsables. Una mejor comprensión de estos temas ayudará a tomar decisiones más informadas.

Comentó que si es posible, buscar formas adicionales de ingresos, como emprender un negocio propio, trabajar en proyectos freelance o invertir en actividades que generen ganancias adicionales.

Tener metas financieras claras a largo plazo, como la compra de una casa, el pago de la educación de los hijos o la jubilación, y establecer estrategias para alcanzarlas.

Por último, recomendó estar al tanto de los cambios en la economía nacional e internacional, así como las políticas económicas del gobierno, para tomar decisiones financieras más acertadas.