Luego de una semana de actividades en Teziutlán, concluyó este viernes la edición XXVIII del Foro Estudiantil Latinoamericano de Antropología y Arqueología (FELAA); encuentro que, de acuerdo con autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que participaron en su ceremonia de apertura el pasado lunes, es fundamental para el desarrollo de las disciplinas científicas en la macrorregión.
De acuerdo con el arquitecto Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, el foro es una ocasión idónea para el intercambio de visiones vanguardistas relacionadas con la antropología y la arqueología en América Latina, no obstante que también incorporó experiencias y casos de estudio provenientes de otras latitudes del planeta.
“Quizás las dos aportaciones más sustanciales del FELAA son, por un lado, que permite conocer trabajos recientes hechos por especialistas en ambas disciplinas, y por otro, que genera un diálogo entre jóvenes profesionistas y especialistas, en un proceso de discusión endógeno que amplía nuestras perspectivas académicas”, declara.
Los jóvenes estudiantes y profesionistas, provenientes de México, Perú, Guatemala, Colombia, Chile, Nicaragua, Costa Rica, Venezuela, El Salvador y Panamá, entre otras naciones, se dieron cita por primera ocasión en la historia del foro, dentro del municipio de Teziutlán, en la sierra norte del estado de Puebla.
El evento organizado en esta edición por la Red Nacional de Ciencias Antropológicas (RENECA), el Colegio de Veracruz y el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), celebró un total de 140 ponencias, 12 talleres, 8 presentaciones editoriales, 8 conferencias magistrales y diversos conversatorios en torno a lenguaje y cultura, antropología física, estudios culturales, arqueología latinoamericana, movimientos sociales y paleontología, por citar solo algunos rubros de análisis.
Con apoyo del INAH, los asistentes al foro realizaron, entre sus actividades de campo, una visita a la Zona Arqueológica de Cantona y al sitio arqueológico de Teteles de Ávila-Castillo, a fin de conocer la historia de los dos emplazamientos culturales y contrastar las acciones entre una zona ya acondicionada para la visita pública, como es Cantona, y un sitio que permanece todavía bajo investigación, como el ubicado en la segunda localidad mencionada.
Otras actividades realizadas en la edición XVIII del FELAA fueron visitas de trabajo y convivencias con comunidades originarias de Hueyapan, Chignautla, Xiutetelco y Teziutlán; enclaves de la sierra norte de Puebla con grandes manifestaciones históricas, arqueológicas y de carácter inmaterial que las distinguen en nuestros días.