El presidente francés, Emmanuel Macron, condecoró este martes con la Legión de Honor, la máxima distinción oficial del país, a los jugadores, a los técnicos y a los dirigentes administrativos de la selección que ganó el Mundial de futbol de Rusia en 2018.
Macron, que pronunció un largo discurso de elogio desmenuzando todos los partidos que jugaron los bleus en la fase final de Rusia hasta la Final con Croacia, les aseguró que esta distinción «no los dejará nunca» pero también conlleva obligaciones.
Les dijo que en el resto de sus carreras deportivas y de sus vidas tendrán que demostrar «la parte de ejemplaridad que va con esta condecoración» y no olvidar los valores de la República.
«Igual que os honra, esta legión de Honor os obliga», insistió.
El Jefe del Estado comentó extensamente la final del 15 de julio frente a Croacia (a la que derrotaron por 4-2), un día en que «el país entero estaba completamente volcado con vosotros» y que tenía «un ligero perfume del verano de 1998», cuando Francia conquistó su primer Mundial.
Calificó a Griezmann de «maestro artificiero» y recordó que la FIFA lo consideró el mejor del encuentro.
A Mbappé, «la revelación del Mundial» y segundo máximo goleador de la competición, lo comparó con Pelé y subrayó que pese a su juventud puso en evidencia su «ejemplaridad y madurez».
Del capitán, el guardameta Hugo Lloris, señaló que «varias veces supo salvar el partido con paradas decisivas» y del seleccionador, Didier Deschamps, felicitó su «filosofía de vida».
A su juicio «esa gran victoria no nació en Rusia», sino que se fraguó en los años anteriores, en un largo proceso de «reconstrucción». a gran victoria no nació en Rusia», sino que se fraguó en los años anteriores, en un largo proceso de «reconstrucción».