El empresario mexicano Francisco Antonio Colorado Cessa, sentenciado en Estados Unidos por coparticipar en una operación de lavado de dinero de la organización criminal de “Los Zetas”, murió en una prisión federal de Virginia Occidental, confirmaron hoy las autoridades.
Colorado Cessa, de 57 años, conocido como “Pancho Colorado” falleció el pasado domingo en el Instituto Correccional Federal de Hazleton, en la comunidad de Bruceton Mills en el extremo noreste de Virginia Occidental, reveló la Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés).
La dependencia no precisó la causa de la muerte, pero Colorado Cessa tenía problemas de salud y sobrepeso.
En enero de 2016, durante una comparecencia en una Corte Federal de Nueva Orleans, fue trasladado de emergencia en ambulancia bajo un fuerte dispositivo de seguridad a un hospital al mostrar síntomas de no poder respirar.
Colorado Cessa era propietario de la compañía “ADT Petroservicios”, una empresa de servicios petroleros en el estado mexicano de Veracruz, que según las autoridades federales estadunidenses fue aprovechada para lavar dinero del grupo narcotraficante autodenominado Los Zetas.
En junio de 2012, el empresario apareció entre los 14 acusados de contribuir a lavar dinero de la pandilla narcotraficante mediante la compraventa y operación de caballos de carreras conocidos como cuarto de milla.
Las autoridades federales estadunidenses incautaron en junio de 2012 más de 400 caballos cuarto de milla en un rancho de Oklahoma, que formaban parte de la operación de lavado de dinero.
El gobierno estadunidense subastó luego los caballos y recaudó unos 12 millones de dólares por su venta.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Colorado Cessa de lavar dinero para el exjefe del cártel, Miguel Treviño Morales, y su hermano Omar, desde mediados de la década pasada, luego de que los hermanos mataran a personas cercanas al empresario.
Testimonios en los juicios entablados en su contra, sostuvieron que Colorado Cessa mantuvo relación con los líderes de Los Zetas y con otros implicados que realizaron transacciones por millones de dólares en los estados de Nuevo México, Oklahoma, California y Texas, para lavar las utilidades del cártel.
Según los fiscales estadunidenses, Los Zetas proveían al empresario con dinero procedente de la venta de drogas para que éste lavara esas utilidades a través de su compañía, y comprara caballos de carreras, tanto para sí mismo como para los cabecillas de la banda criminal.
Desde el momento de la acusación, Colorado Cessa se mantuvo combatiendo los cargos en su contra y logró que una vez se desecharan dos fallos y sentencias recibidas.
Desde su detención en Houston en 2012, fue juzgado en tres ocasiones.
Dos ocasiones por lavado de dinero y un tercer proceso por conspirar para sobornar con un millón de dólares a un juez federal.
En marzo de 2016, fue sentenciado a 20 años de prisión, luego de que una Corte Federal de Austin, Texas, le conjuntara las condenas por los delitos de lavado de dinero y soborno.
En el momento de su muerte, Colorado Cessa mantenía una nueva apelación a dicha sentencia.