Con 167 votos a favor, 18 abstenciones y 165 en contra fue aprobado hoy Pedro Sánchez como presidente del gobierno español en el Congreso, y finalizó una etapa de interinidad en la política española que comenzó hace ocho meses.
En la segunda votación de la investidura, el candidato a la Presidencia del Gobierno necesitaba solo de mayoría simple. La votación fue ajustada luego de que el sábado sólo hubo un voto más a favor que en contra (166 frente a 165).
Con la investidura se pone fin a una etapa de interinidad de la política española de ocho meses, desde el pasado abril, que obligó a repetir las elecciones en noviembre.
Antes de realizarse la votación, en el debate, el ahora presidente Pedro Sánchez remarcó que la votación refleja un Parlamento dividido en tres bloques: el del progreso que representa a “la España que quiere avanzar”, los que no quieren sumarse a este grupo “pero al menos lo impiden” y la coalición “variopinta” que va desde la ultraderecha a los antisistema.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) presidirá el primer gobierno de coalición desde la II República, entre su partido y Unidas Podemos (UP), con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y varios partidos regionalistas, la abstención de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Euskal Herria Bildu.
Vox, Partido Popular (PP), Ciudadanos, Juntos por Cataluña (JxCat) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) no respaldaron la investidura e incluso invitaron a diputados socialistas a romper la disciplina y votar contra Sánchez.
En la segunda jornada de votación se esperaba el voto adicional de una diputada de Podemos que el domingo se ausentó por enfermedad, por lo que el PSOE no esperaba sorpresas, y Sánchez pidió a sus diputados que pasarán la noche en la ciudad de Madrid.
La víspera trascendió en El País que la intención del nuevo gobierno es celebrar el viernes el primer Consejo de Ministros del primer Ejecutivo de coalición desde la Segunda República.