El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dio a conocer que el consumo de drogas está estrechamente vinculado con la violencia, ejercida desde el nivel personal hasta el social.
“Las adicciones están íntimamente relacionadas con las violencias. (…) Una perpetúa a la otra, una expande a la otra y va a deteriorando a la sociedad, va dañando a las personas, a las comunidades, a las familias, a la sociedad en su conjunto”, indicó.
En conferencia de prensa matutina con el presidente Andrés Manuel López Obrador, expuso las violencias que pueden presentarse a consecuencia del consumo de drogas: infantil, intrafamiliar, de pareja, de género, vicaria, física, psicológica, económica, social, sexual, autoinfligida, interpersonal y colectiva.
La violencia, dijo, está formalmente definida por la Organización Panamericana de la Salud como el empleo intencional de la fuerza o del poder, hacia otra persona o uno mismo, que ocasione daño físico o psicológico.
“Es un problema social, no es un asunto individual, en la medida que múltiples situaciones, insisto, de deprivación, de marginación, pueden estimular la violencia. Es un problema de salud pública porque ocurre en grandes magnitudes (…) y por eso tiene que abordarse de una manera general, preventiva, considerando ambos lados. Donde hay violencia, hay que sospechar que existe consumo de drogas, donde hay consumo de drogas, hay que sospechar, investigar y atender la violencia”, precisó.
En el caso de una pareja, explicó que es 2.7 veces más probable que se sufra violencia cuando uno de ellos consume drogas y puede incrementar a 6.9 cuando ambos usan sustancias ilícitas.
En tanto, las hijas e hijos pueden desarrollar una actitud violenta de manera física, verbal y financiera contra padres, madres o integrantes de familia, conocida como filio-parental, que se origina por la prohibición del consumo de productos como el alcohol o la cocaína, lo que deriva en robo para obtener dinero, así como amenazas y golpes por desacuerdos familiares.
Sin embargo, afirmó que esta situación es completamente prevenible y tratable a partir de la atención de distintos elementos que contribuyen a la generación de violencia.
En el segmento dedicado a la prevención de adicciones, el subsecretario se refirió al caso de Estados Unidos, país que registra un amplio uso del fentanilo, donde hasta el 36 por ciento de personas que son atendidas por lesiones intencionales, tanto autoinfligidas como hacia otra persona, tienen un antecedente de exposición a este opioide sintético altamente dañino a la salud.
“Esto no queremos que ocurra en México y por eso es que esta campaña, la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones, y todos los esfuerzos que estamos haciendo están encaminados a anticiparnos a una situación que no queremos ver en México, esta influencia tan importante de las drogas, en especial, de alto impacto como el fentanilo, también en la generación y perpetuación de la violencia”, apuntó.
Foto: Presidencia de México