Ramiro Vázquez López, líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa Productos Mondelez, denunció que el presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) del estado de Puebla, Mario Arturo Daza Buendía, está resolviendo, por presiones de René Sánchez Juárez, dirigente de la Froc, “con desaseo y sospechosa prontitud” los temas sobre su gremio, al grado que la semana pasada “quisieron desconocer la representación sindical, pero el documento ni siquiera tenía las firmas correspondiente”.
En entrevista con Ricardo Morales, para Efekto 10 Noticias, el dirigente de los trabajadores de la empresa -antes conocida como Chiclets Adams- recordó que, el pasado 4 de julio de este 2021, fue ratificado en asamblea, con 980 votos de un total de mil 21 trabajadores sindicalizados.
Agregó que la JLCA le presentó un documento con el que pretende desconocer su representación, pero ni siquiera cuidaron las formas, pues éste “ni siquiera tiene de la firma de la secretaria de la Junta Especial Número 6, Cristina Contreras Castro”.
“Se trata de un documento espurio, sin ningún valor jurídico. Este mismo fue entregado a los otros involucrados en el litigio, pero no tiene el valor siquiera del papel en el que fue escrito”, detalló Ramiro Vázquez.
El Sindicato de Mondelez mantiene un litigio con la organización Froc-Conlabor, del ex priista René Sánchez Juárez, quien pelea el contrato colectivo.
Ramiro Vázquez López aseguró que, por los compadrazgos y contubernio que mantiene Sánchez con Mario Arturo Daza Buendía, es de esperarse que la JLCA les niegue el aval de la representación, pero aseguró que es inexorable que, una vez que, en octubre próximo, regreses a sus labores los tribunales federales, “la razón jurídica saldrá a nuestro favor, porque somos la mayoría y no queremos a la Froc en nuestra empresa”.
El líder del Sindicato de Mondelez denunció que Sánchez Juárez ha buscado también perjudicar a la empresa, a través de acuerdos con Protección Civil del Ayuntamiento del Municipio de Puebla, enviado inspecciones a modo y con “excesiva malicia”, para intentar cerrar la empresa, de la que dependen más de mil familias, argumentando anomalías inexistentes.
Foto: Es Imagen / Katia Fernández