La vacunación contra el COVID-19 será obligatoria para toda la población menor de edad en Costa Rica, dijo el Ministerio de Salud de la nación centroamericana, una de las primeras del mundo en dar ese paso para avanzar en la contención de la pandemia.
Junto a la polio, la varicela y el papiloma humano, la COVID-19 es una de las enfermedades incluidas en la lista de vacunación declarada básica por las autoridades costarricenses, aunque por ahora el fármaco utilizado en el país solo está autorizado médicamente para mayores de cinco años.
«El esquema básico de vacunación ha permitido tener alejados muchos de los virus que provocan sufrimiento y secuelas en la salud, e incluso fatalidad en la población menor de edad. Por eso la Comisión Nacional de Vacunación ratificó la vacuna contra COVID-19 como obligatoria», dijo el viernes el ministro de Salud, Daniel Salas, en un mensaje a medios de comunicación.
El anuncio se da en momentos de descenso de los contagios, hospitalizaciones y muertes por el coronavirus en el país que, desde marzo de 2020, acumula 7.134 víctimas mortales relacionadas al COVID-19.
El 73% de la población adolescente (de 12 a 19 años) ha recibido al menos una dosis de la vacuna, como parte del plan de inmunización que ya cubre al 72,6% de los habitantes, uno de los porcentajes más elevados de América.
Al menos 54% de los 5,1 millones de costarricenses posee el esquema completo.
Otras medidas que las autoridades costarricenses han implementado son la obligatoriedad de vacunación para empleados públicos, la posibilidad de que los patronos la exijan a sus trabajadores y la prohibición de ingreso de no vacunados a restaurantes, comercios y sitios de ocio.
REUTERS