La pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (Covid-19) hace estragos en la salud y en la economía de los latinoamericanos, dejando a miles de personas sin empleo y los hospitales a punto del colapso ante la cantidad de enfermos por el virus.
En Brasil, con 2.046.328 contagios y 77.851 muertos, la ciudad de Sao Paulo, la urbe más grande de Sudamérica, canceló el viernes las fiestas populares de Año Nuevo que ocurren en la Avenida Paulista y que convocan a unos 2 millones de personas, a causa de la pandemia, anunció el alcalde Bruno Covas.
«Estamos anunciando que no tendremos la fiesta de Año Nuevo en la Avenida Paulista en la noche del 31 de diciembre al 1 de enero. El equipo de vigilancia sanitaria entiende que es muy temerario organizar un evento para más de un millón de personas», dijo Covas.
El alcalde también dijo que está dialogando con las escuelas de samba para definir una nueva fecha para la realización de los desfiles del Carnaval de 2021, en línea con lo que se está debatiendo en otras ciudades como Río de Janeiro y Salvador, estado de Bahía.
Por lo pronto, el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística divulgó que al menos 12,4 millones de personas estaban sin empleo en la última semana de junio como consecuencia de la pandemia en el país sudamericano.
En Argentina, con 119.301 casos, de los cuales 2.178 fallecieron, el gobierno extendió hasta el 2 de agosto la cuarentena que rige desde el 20 de marzo para mitigar la propagación del virus.
«Entre el 18 de julio y el 2 de agosto vamos a ir tratando de volver a la vida habitual en este nuevo mundo, en este mundo que nos exige cuidados diferentes, y lo vamos a hacer escalonadamente», dijo el presidente.
Dijo que el aislamiento permitió ralentizar la velocidad de contagios y el uso de camas de terapia intensiva en hospitales, pero esa situación «tiene la precariedad que nos impone la pandemia, por lo que si es necesario, volveremos para atrás».
«No hicimos todo este esfuerzo para que alguien piense que podemos tirarlo por la borda. Para estar libres, primero hay que estar vivos. La regla de la libertad primero reclama que estemos vivos. No estamos coartando libertades, estamos preservando la salud de la gente», señaló.
En Chile, con 326.539 enfermos y 8.347 decesos, las autoridades han destacado una mejoría en las cifras de la pandemia, que indican una disminución sostenida de los nuevos contagios, así como también una baja en la ocupación hospitalaria y la cantidad de fallecidos.
Por esto, ya se ha comenzado a hablar de una «nueva normalidad» en el país sudamericano y del eventual levantamiento de cuarentenas y medidas restrictivas en ciertas localidades, como ya ocurrió en el sur de Chile.
El país está bajo estado de catástrofe y toque de queda nocturno, acciones resguardadas por policías y militares. Hasta la fecha, se mantiene el cierre de fronteras, la suspensión de clases y la paralización de las actividades comerciales.
En Ecuador, con 72.444 positivos y 5.250 defunciones, para frenar los contagios en la capital Quito, desde el viernes la Policía, las Fuerzas Armadas y el Municipio intensificaron los operativos de control para despejar las calles y concientizar a los ciudadanos de la necesidad de respetar las restricciones sanitarias.
Tras cuatro meses y medio de pandemia, las autoridades argumentan que aún existe indisciplina e incumplimiento a medidas de restricción como el toque de queda, por lo que no descartan revisar el horario nocturno en que rige la medida en Quito.
La escalada de contagios en la capital se produjo desde el pasado 3 de junio cuando se relajó la cuarentena para reactivar la economía.
En Colombia, con 182.140 casos y 6.288 muertos, el alcalde de Cartagena, William Dau, anunció que los ciudadanos podrán caminar o trotar en las playas, pero no podrán bañarse en ellas.
«Se va permitir caminar y trotar en la playa, no se pueden bañar en el mar, pero sí pueden caminar y trotar como si fuera un paseo peatonal. No es para quedarse a asolearse en la playa, acostarse o hacer deportes, nada de eso, es trotar y caminar», declaró el burgomaestre.
Entretanto, la Organización Panamericana de la Salud donó a la capital colombiana 90.000 pruebas diagnósticas de la COVID-19 para mejorar la estrategia de búsqueda activa de casos.
En Bolivia, la canciller Karen Longaric señaló que el país está entre los primeros países que recibirán la vacuna de Oxford contra el coronavirus, luego de que terminen las pruebas.
«El país ya está en la lista de países seleccionados para obtener la vacuna a un menor precio o quizás gratuitamente. La primera vacuna que se está gestionando es la de Oxford; queremos darle este tipo de buenas noticias a los bolivianos», afirmó.
Por lo pronto, el gobierno interino apoyado por la oposición oficializó la instauración de un seguro por 100.000 bolivianos (14.400 dólares) por muerte e invalidez para los policías como consecuencia del coronavirus.
En Venezuela, el canciller Jorge Arreaza dijo que el papel que ha cumplido la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la pandemia es un ejemplo del «multilateralismo que es necesario».
Arreaza hizo estas declaraciones durante su intervención ante el Segmento de Alto Nivel del Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas, que se desarrolló en la modalidad de videoconferencia.
Resaltó que la OMS «debe actuar y hablar de manera fiel, no debe doblegarse ante presiones, extorsiones y ataques de los poderosos, debe confirmar su autoridad moral, sus capacidades científicas y la cooperación en base a la solidaridad».
Finalmente, autoridades de República Dominicana reportaron un acumulado de 50.113 casos y 942 muertos por la Covid-19