La pandemia de coronavirus (Covid-19) corre el riesgo de cancelar el progreso reciente en la transición hacia la energía limpia, con caídas sin precedentes en la demanda y volatilidad de precios, alertó el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el informe Fomento de la transición energética efectiva 2020, compara 115 economías en el desempeño actual de sus sistemas energéticos, a través del desarrollo económico y el crecimiento, la sostenibilidad ambiental y los indicadores de seguridad y acceso a la energía, así como su preparación para la transición a la seguridad, sistemas energéticos sostenibles, asequibles e inclusivos.
Basado en los conocimientos del Índice de transición energética (ETI) 2020, los resultados para este año muestran que el 75 por ciento de los países han mejorado su sostenibilidad ambiental.
“Este progreso es el resultado de enfoques multifacéticos e incrementales, que incluyen el precio del carbono, la retirada de las plantas de carbón antes de lo previsto y el rediseño de los mercados de electricidad para integrar las fuentes de energía renovables”, aseguró.
“Covid-19 ha obligado a las empresas de todas las industrias a adaptarse a la interrupción operativa, los cambios en la demanda y las nuevas formas de trabajo, y los gobiernos han introducido paquetes de recuperación económica para ayudar a mitigar estos efectos”, refirió.
“Si se implementan teniendo en cuenta las estrategias a largo plazo, también podrían acelerar la transición a la energía limpia, al ayudar a los países a escalar sus esfuerzos hacia sistemas de energía sostenibles e inclusivos”, destacó.
Roberto Bocca, jefe de Energía y Materiales del Foro Económico Mundial, aseguró que “la pandemia de coronavirus ofrece la oportunidad de considerar una intervención poco ortodoxa en los mercados energéticos y la colaboración global para apoyar una recuperación que acelere la transición energética una vez que la crisis aguda disminuya»,
«Este reinicio gigante nos otorga la opción de lanzar estrategias agresivas, progresistas y a largo plazo que conduzcan a un sistema energético diversificado, seguro y confiable que en última instancia respaldará el crecimiento futuro de la economía mundial de una manera sostenible y equitativa», resaltó. (NTX)