La pandemia de SARS-CoV-2 cobra más víctimas al afectar la voz y oídos de las personas adultas mayores, quienes van perdiendo más rápido estos sentidos. Una muestra de ello es que esta población ya no escucha los tonos agudos o confunden las letras S con F.
Durante una charla virtual, la doctora Rosa Eugenia Chávez Calderón, especialista en Foniatría y Audiología del Centro de Foniatría y Audiología, dejó en claro que algunas enfermedades infecciosas como el Covid 19 están afectando directamente las cuerdas bucales y el oído en las personas adultas mayores.
Dijo que se ha detectado en gran número de la población adulta mayor, la falta de comprensión a determinadas voces, voces que tienen volumen quedito, voces nasales, voces que no tienen la claridad para pronunciar y también puede haber una hipersensibilidad o una molestia sin llegar a dolor a sonidos fuertes y agudos.
La audición va a ser sumamente importante que empezamos a notar en esta población que ya no oye bien, los tonos agudos y puede haber confusión de palabras entre la S y la F porque son sonidos muy semejantes en su pronunciación, entre la d de dedo y la b de bebé, entre la M y la N, pero también ya no entienden igual en un ambiente ruidoso”.
Destacó que el ronquido en las personas puede ser una alarma clara que debe ser tomado en cuenta debido a que puede ser por tres situaciones, que van desde la obstrucción nasal, un velo del paladar, muy crecido o caído o débil, lo que puede generar un colapso de los cartílagos laríngeos.
Esto en conjunto puede hacer que las personas tengan apnea del sueño, una enfermedad sumamente problemática porque puede bajar la oxigenación tanto del cerebro, corazón, qué son las estructuras vitales durante el sueño.
Esto ocasiona que tengamos periodo en donde no hay oxígeno y esto puede favorecer para infartos cerebrales, infartos al miocardio, y la serie de problemas que deben ser analizados por el médico foniatra y el médico del sueño, quienes pueden quitar estas peligrosas molestias con pequeños ajustes quirúrgicos o el uso de aparatos de presión positiva para abrir, como decíamos un velo del paladar hipotónico, la campanilla o úvula muy crecida por reflujo por respiración oral”.
Concluyó señalando que la pérdida de la voz y el oído también se da por enfermedades, como la diabetes que van degenerando los sentidos del habla a través de las cuerdas bucales o del sentido del oído.
Fuente: Excelsior