El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, confirmó que presentará su dimisión este martes ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, tras la crisis de Gobierno abierta en el país entre el derechista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga.

La crisis política se precipitó hace dos semanas cuando el ultraderechista ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, amenazó con pedir una moción de censura rompiendo en los hechos la coalición de Gobierno que mantenía con el M5S.

«La crisis en curso socava la acción de este Gobierno que se detiene aquí (…) Aprovecho para comunicar que presentaré mi dimisión como jefe de Gobierno ante el presidente de la República», dijo Conte, en una intervención en el Senado, después de que el líder de la Liga, ministro del Interior italiano y vicepresidente del Ejecutivo italiano, Matteo Salvini, presentara una moción de censura en su contra.

Conte pronunció un discurso en el que acusó a Salvini por su oportunismo político e «irresponsabilidad institucional», al haber desatado una crisis «que ha llevado al país a una espiral de incertidumbre política y financiera».

El primer ministro saliente acusó al jefe de la Liga de buscar sacar provecho de su creciente popularidad en las encuestas y desencadenar elecciones anticipadas: «(Salvini) ha demostrado que está siguiendo sus propios intereses y los de su partido», dijo Conte a un Senado abarrotado, con un Salvini con cara de piedra sentado a su lado. «Sus decisiones plantean serios riesgos para este país».

El breve Gobierno de Conte, de solo 17 meses, fue producto de un acuerdo político entre el M5S y la Liga, en el que el rol del primer ministro sería una figura decorativa mientras que el poder real recaería entre Luigi Di Maio (M5S) y Salvini (Liga). Ambos serían viceprimer ministros, teniendo el primero a cargo el ministerio de Desarrollo y el segundo el del Interior.

Fue desde el ministerio del Interior que Salvini desplegó su política de odio hacia los inmigrantes, xenofobia y racismo, como también así un discurso populista de derecha que fue limando el poder del M5S dentro de la coalición de Gobierno a medida que Salvini y la Liga se volvieron cada vez más populares. El resultado de las recientes elecciones europeas, en las que Salvini confirmó su ascenso político, fue lo que terminó de convencerlo para fracturar la coalición y forzar un llamado a elecciones anticipadas.

Tras la renuncia de Conte, el presidente Mattarella debe decidir los pasos a seguir en cuanto a la formación de un nuevo gobierno o el llamado a elecciones anticipadas.