Desde una visión multidisciplinaria y apoyados en un trabajo colaborativo entre universitarios, autoridades y comunidad, el Centro Universitario Para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) cumple 25 años de vincular a la BUAP con la sociedad, a través de la participación activa en labores de prevención de riesgos y desastres.
Para conmemorar este cuarto de siglo, el Cupreder llevó a cabo una serie de actividades entre las que destacó la conferencia “La acción territorial de la 4T”, del subsecretario de Educación Superior del gobierno federal, Luciano Concheiro Bórquez, quien destacó los esfuerzos por construir un sentido social del poder.
Para lograr cambios significativos, señaló que la acción gubernamental se debe sustentar en poderes constituyentes, que en su actuar cotidiano generen situaciones de poder distintas que conformen un verdadero proyecto del país, y es justamente en este nuevo esquema que el trabajo del Cupreder cobra sentido, pues se tiene que construir una política desde la acción social.
“Quisiera agradecer la invitación a celebrar estos 25 años de este importante centro universitario, Cupreder, porque no solo significa una perspectiva interdisciplinaria, sino que representa, sobre todo, un esfuerzo por construir desde las bases, desde los pueblos, desde las comunidades, un sentido social del poder. Me parece que el Cupreder es un ejemplo de la práctica de lo que hoy expongo aquí, de la fuerza que hoy tiene el proyecto de la 4T y que tiene que ver con las territorialidades que hay que edificar para tener otro poder en el país”, expresó.
Previo al informe del director del Cupreder, Aurelio Fernández, el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, Ygnacio Martínez Laguna, a nombre del Rector Alfonso Esparza Ortiz celebró los resultados de este centro en 25 años de trabajo.
Martínez Laguna recordó que los eventos del Popocatépetl en 1994 sorprendieron a todos, en especial a las poblaciones cercanas al volcán, pero al mismo tiempo permitió a la Universidad dar un paso al frente y asumir un compromiso para iniciar un trabajo consistente, que no se limitó a la investigación, sino que tendió puentes para involucrar a los afectados e hizo partícipe a la BUAP de la situación, la cual se enfrentó de manera integral y preventiva.
Cuáles son las aportaciones
El director del Cupreder, Aurelio Fernández y Fuentes, informó de los principales logros durante estos 25 años, entre ellos el Proyecto de Vulnerabilidad de la Región Izta-Popo y la Caracterización y Diagnóstico de los Usos de Suelo en los Municipios de la Sierra Norte, así como el fortalecimiento de las capacidades de identificación de riesgos y emergencias relacionadas con fenómenos hidrometeorológicos, la creación de herramientas de prevención y otros proyectos relacionados con la captación y almacenamiento de agua de lluvia en Tecamachalco.
Asimismo, la intervención que el Cupreder ha tenido en zonas afectadas por sismos en Oaxaca, Guerrero y Puebla, así como en la construcción de 100 casas en Cuautomatitla, y su colaboración en la distribución de ayuda a los damnificados.
De igual forma, el Cupreder participó en el diseño de la licenciatura interdisciplinaria en Gestión del Territorio e Identidad, que responde a una demanda de mayor riqueza biocultural del estado y cuyo programa se basa en la experiencia local de sus trabajos en la Sierra Norte de Puebla.
Entre las acciones realizadas por su equipo de trabajo, en el que se incluyen especialistas en arquitectura, ingeniería, meteorología, hidrología, cartografía e historia, entre otras disciplinas, también sobresale la creación del primer ordenamiento territorial del volcán Popocatépetl, el cual ha destacado por ser uno de los primeros modelos que tomó en cuenta la participación de las comunidades afectadas.
La imagen que habla de la historia
Previo a la conferencia, la celebración dio inicio con una exposición fotográfica en el Edificio Melchor de Covarrubias, en la que se dio cuenta, a través de la imagen que evoca el recuerdo, de los 25 años de trabajo multidisciplinario del Cupreder en las comunidades, en acciones de prevención ante el peligro eruptivo del volcán Popocatépetl, así como en la planeación territorial para la gestión del riesgo en las sierras Nevada, Nororiental y el Altiplano.
Posteriormente, Jesús Manuel Macías Medrano, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-México), rescató la colaboración establecida durante estos años con el Cupreder, y destacó como uno de sus principales aportes la implementación de un modelo de planificación de emergencias alejado del esquema “militar”, que tradicionalmente se les imponía a las poblaciones, sin tomar en cuenta su participación.
“Uno de los principales logros del Cupreder es romper la visión autoritaria para enfrentar el riesgo volcánico, tomando en cuenta el conocimiento y las necesidades de las comunidades afectadas”.