En 2021, Argentina logró la Copa América en Brasil
1 de julio de 2021. Argentina gana la Copa América en el Estadio Maracaná de Rio de Janeiro, contra Brasil. Aquel día, la Albiceleste empezó a confiar en sus posibilidades de cara a la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 e inició el camino que la ha llevado hasta la sexta final de su historia en el gran certamen futbolístico del planeta.
Diecisiete meses después de conquistar Brasil, la Scaloneta arrancó a andar con la meta de ganar la tercera Copa Mundial de su historia y el objetivo de devolver a Lionel Messi todo lo que el ‘10’ le ha dado al fútbol.
Para ello, el cuerpo técnico, los jugadores e incluso los hinchas siempre han tenido muy claro dónde estaba la base en la cual construir y cuáles fueron los errores de años anteriores que no podían volver a repetirse.
La fe del entrenador
Hacer de la selección un equipo. Lionel Scaloni siempre se mantuvo en la misma línea. El director técnico de Argentina no contaba con un amplio bagaje en los banquillos hasta asumir la dirección de la Albiceleste, de hecho, sus inicios como técnico están ligados a la etapa de Jorge Sampaoli como entrenador del Sevilla FC y en la propia selección argentina. Antes de tomar el mando de la absoluta, Scaloni estuvo unos meses dirigiendo a la sub-20.
Toda la experiencia que le faltaba a Scaloni en el banquillo la tenía como jugador. El actual seleccionar de Argentina debutó como profesional en Newell’s antes de pasar a Estudiantes. Posteriormente, dio el salto a la liga española, concretamente al Deportivo de la Coruña, el club en el que se hizo grande. Pero Scaloni también pasó por Inglaterra o Italia formando una trayectoria impecable como futbolista.
Toda esa experiencia acumulada como jugador también le ha valido a Scaloni para adquirir unos conocimientos y un pensamiento global importante a la hora de asumir el mayor reto posible de su carrera. “Desde el primer día que asumimos, nuestra idea era que la Selección es de todos. Darle la posibilidad a cualquier futbolista y que después nosotros tengamos que decidir si tenían el nivel. Hemos formado un grupo espectacular que se mata por esta camiseta, es el logro más importante”, apuntó el técnico nacido en Pujato.
La importancia del grupo
Ganar la Copa América aportó confianza al grupo y consolidó a sus integrantes como dignos merecedores a la hora de ocupar asientos en la Scaloneta. De los jugadores que partieron como titulares en aquella final ante Brasil solo falta Giovani Lo Celso en Catar 2022, y es por lesión. De los convocados en la gran final del Estadio Maracaná tan solo están ausentes Nico González y el arquero Agustín Marchesín, el primero de ellos también por problemas físicos.
La importancia de contar con un plantel unido que entiende las directrices del entrenador y son conscientes de su rol en el equipo, es fundamental para alcanzar el éxito y lograr que el buen ambiente y la solidaridad dentro del vestuario se traslade también al terreno de juego. “Estamos en el mejor momento. El mayor triunfo nuestro es que todos se sientan parte. Incluso que la gente lo sienta así. Hasta que empiece la final vamos a disfrutar de estos momentos”, explicó Scaloni en la previa de la gran final ante Francia.
En dinámica positiva
La Albiceleste no ha dejado de ganar desde el triunfo cosechado en Brasil frente a la Seleçao. El balance de Argentina desde entonces y hasta antes de comenzar la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 fue de 13 victorias, tres empates y ninguna derrota. Paraguay, Brasil y Ecuador fueron las únicas selecciones que pudieron sumar al menos un punto en sus enfrentamientos ante el combinado argentino.
Los muchachos de Lionel Scaloni se mostraron siempre fiables y contundentes en las áreas. La diferencia de goles anotados y recibidos reflejan la superioridad de la Albiceleste durante la preparación de la gran cita mundialista después de multiplicar la esperanza tras la consecución de la Copa América. 37 goles a favor y tan solo tres en contra. Venezuela, Chile y Ecuador fueron las únicas capaces de batir el arco argentino en los meses previos a la Copa Mundial.
Con el certamen en marcha, el único traspiés de Argentina fue la derrota en el primer partido ante Arabia Saudí, un resultado que puso fin a la racha de 36 encuentros sin perder. Desde ese momento, la Scaloneta volvió a arrancar dejando en el camino a México, Polonia, Australia, Países Bajos y Croacia.
El factor Messi
Rodear bien a Messi. Ese ha sido el objetivo de la Albiceleste desde que Leo se erigió como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. La estrella siempre ha estado ahí, solo era necesario crear el contexto ideal para hacerla brillar aún más, conformar un grupo equilibrado lleno de soldados dispuestos a darlo todo por su selección, y por Messi.
El ’10’ lo ha ganado todo, menos la Copa Mundial. A sus 35 años, en la cabeza de Messi solo está el trofeo que más ansia y el único que se le ha resistido hasta la fecha. Solo piensa en levantar la Copa del Mundo, y la Copa América demostró cuál era el camino para conseguirlo.
Leo fue el mejor en Brasil. Marcó el primer gol de la Albiceleste, anotó dos tantos frente a Bolivia, cerró el marcador contra Ecuador y lideró a su equipo sobre el terreno de juego durante todo el torneo. Pero cuando Messi no fue determinante, aparecieron los soldados. Guido Rodríguez contra Uruguay, el Papu frente a Paraguay, Lautaro contra Colombia, Di María en la final, Rodrigo de Paul, Otamendi, Paredes…Desde entonces, el equipo entendió el rol de cada uno y jugó su papel de la mejor manera posible hasta el punto de convertir a Argentina en una selección rocosa, intensa, leal y segura.