Francisco de Roux, SJ visitó la Ibero Puebla para compartir sus experiencias como agente de paz en su país, Colombia.
La vida y obra de Francisco de Roux, SJ resulta de especial relevancia para el contexto de violencia que predomina en el entorno mexicano. Por ello, en el marco de su visita a la Ibero Puebla, tuvo lugar una reunión de trabajo entre el Laboratorio para la Paz y la Reconciliación del Sistema Universitario Jesuita y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.
Esta es la segunda ocasión en la que se reúnen para dar continuidad al trabajo entre ambos actores. En el evento, De Roux conoció los avances significativos que ha tenido la Institución en materia de construcción de paz y la reconstrucción del tejido social.
Algunos de esos esfuerzos son el trabajo de análisis de la realidad con miras a la conformación de una agenda universitaria de investigación aplicada, y la creación de una propuesta sistémica de educación orientada a la construcción de paz.
De Roux, también conocido como el padre Pacho, enfatizó en la ardua labor que representa el trabajo por la paz y la reconciliación en contextos heridos. Para él, es necesaria una mirada transdisciplinar que involucre todas las perspectivas, y que invite a todos los actores sociales a dialogar.
También se abordó el ámbito universitario, en el que se destacó que la construcción de paz no puede ser vista como una asignatura más o como un mero objeto de investigación, sino que debe complejizarse desde todos sus vértices —siendo uno de ellos el conflicto— y observarse con el rigor académico que caracteriza históricamente a las universidades encomendadas a la Compañía de Jesús.
Sin embargo, lograr esta construcción de una cultura de paz implica dos retos esenciales. Por un lado, sacar a la universidad de sí misma, sin perder rigor universitario, para así nombrar los grandes ejes sistémicos que dan origen a las violencias. Asimismo, se debe incorporar a las víctimas al entorno universitario como actores clave para abonar al esclarecimiento de la verdad.
La verdad, explicó el jesuita, debe pasar por la recuperación de la memoria y el acceso a la justicia. Esta última no debe hacerse desde una dinámica vengativa, sino en términos de restauración del daño y reconciliación entre las partes.
Esta reunión contó con colaboradoras y colaboradores de la Ibero Puebla, la Ibero Ciudad de México, la Ibero Tijuana y el ITESO. Los participantes compartieron reflexiones en torno al papel decisivo de las juventudes en estos procesos, pues mientras sean comprometidos, sensibles, creativos, valientes y estén dispuestos a correr riesgos en favor de la paz, hay esperanza de construir presentes dignos para todas las personas.