Es imperativo que las autoridades municipales, estatales y federales entiendan que es vital garantizar el abasto de agua a la población, ya que no hacerlo puede tener serias consecuencias en la propagación del coronavirus y agravar la pandemia, afirmó Juan Carlos Valencia Vargas, profesor de Gestión Integral del Agua de la Maestría en Hidráulica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista con Notimex agregó que hay que tener en cuenta que los sistemas de agua potable del país, salvo contadas excepciones, no pueden solos, “porque carecen de ingresos suficientes para hacer una adecuada operación o mantenimiento de la infraestructura, lo cual es un problema añejo y de carácter estructural”.

Debe entenderse, agregó, que no es momento de buscar culpables, sino de evitar los riesgos de salud que implica no controlar la propagación del Covid-19, considerando que la mejor manera de prevenir el contagio es el lavado frecuente de manos con agua y con jabón, lo cual además mata el virus si ya está en las manos.

La Organización Mundial de la Salud ya ha detallado la manera correcta de hacerlo, frotando todas las partes de las manos: el frente, el dorso, entre los dedos, las uñas, por alrededor de un minuto.

«Aquí reside la relevancia de brindar a toda la población un servicio continuo de agua, ya que en México la mayoría recibe el abasto de manera horaria o tandeada, lo cual en estos meses de estiaje o secas se se complica, al ser precisamente ahora cuando escasea más el agua, y cuando más se demanda por el intenso calor”, señaló Valencia Vargas.

Esta fuerte demanda y mayor escasez, provoca un mayor número de fallas en las bombas, lo que obliga a las autoridades a hacer reparaciones rápidas para restablecer el servicio a la población, por lo que ante este nuevo elemento que representa el Covid-19, deberán hacerse esfuerzos adicionales para garantizar a la sociedad el derecho humano al agua, concluyó.

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