PAN, PRI y PRD celebraron la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de suspender, a partir del 4 de abril, la transmisión íntegra de las conferencias matutinas, porque se trata de un triunfo de la ciudadanía, para dar garantía de que habrá “cancha pareja” y que el titular del Ejecutivo sacará las manos del proceso electoral.
Estas acciones del Ejecutivo Federal violan la ley, porque sus ruedas de prensa son propaganda para él y Morena. Sin embargo, se niega a admitirlo y, por el contrario, al conocer esta decisión, arremetió contra el INE al descalificar sus facultades y atentar contra su autonomía. Esta actitud sólo demuestra su intolerancia e incongruencia, ya que él mismo ha dicho “al margen de la ley nada; por encima de la ley nadie”.
Por esta razón, los líderes nacionales del PAN, PRI y PRD manifestamos que, una vez más, el Presidente de la República se equivoca al acusar de censura y ataques a la autoridad electoral.
Dicha decisión es, sin duda, garantía de una competencia equitativa durante este proceso electoral. Asimismo, a esto se suma lo que avaló el INE durante sesión en torno a las abstenciones que debe hacer el Presidente de la República en sus mañaneras, como no manifestarse respecto a temas electorales ni a emitir opiniones a favor o en contra de aspirantes, ni coaliciones.
Las principales fuerzas políticas de oposición, en conjunto con la sociedad civil, respaldamos las decisiones que se han tomado por parte de la autoridad electoral. Creemos con firmeza que estas medidas abonan a la democracia y a garantizar un proceso electoral sin dados cargados. Al Presidente ya se le olvidó que fue el INE el que, en cumplimiento de la ley, también vigiló la elección de 2018.
Ante las incongruencias y tentativas del mandatario federal de influir en los próximos comicios, las dirigencias nacionales del PAN, PRI y PRD se mantendrán como garantes de un proceso electoral transparente que refleje la voluntad de la sociedad mexicana. Sólo a través de un ejercicio democrático como el que se acerca es posible cambiar la ruta de deterioro que ha seguido el país durante los últimos dos años.