El gobernador de California, Jerry Brown, declaró hoy estado de emergencia en dos condados del sur de California por el rápido desplazamiento de los incendios en el estado.
Brown emitió declaraciones de emergencia para los condados de Riverside y Shasta por los efectos de los incendios, identificados con los nombres Cranston y Carr, los cuales han destruido viviendas y estructuras, amenazan infraestructura crítica y han conducido a la evacuación de los residentes de la zona.
Las altas temperaturas, baja humedad y vientos erráticos han aumentado aún más la extensión de los incendios, dijo Brown en su declaración.
«Dada su magnitud, es probable que los incendios estén más allá del control de los servicios, el personal, el equipo y las instalaciones de cualquier Gobierno local individual y requieren la fuerza combinada de regiones de ayuda mutua para combatirlos», indicó.
El incendio Cranston comenzó a alrededor de mediodía del miércoles en las montañas de San jacinto en el condado de Riverside, a cerca de 145 kilómetros al este de Los Angeles. Para el mediodía de hoy se había extendido a cerca de mil 900 hectáreas con una contención de apenas cinco por ciento, se indicó en el más reciente informe del Servicio Forestal de Estados Unidos.
Al menos 3 mil personas recibieron órdenes de evacuar más de 2 mil viviendas en la zona.
Oficiales del orden dijeron haber arrestado a Brandon N. McGlover, de 32 años de edad, originario de Temecula, por presuntamente iniciar múltiples incendios, incluyendo el Cranston, el miércoles en el suroeste del condado de Riverside.
Otro incendio forestal, el Incendio Carr, había quemado hasta el mediodía de hoy más de 8 mil hectáreas y tiene una contención de apenas 10 por ciento en el condado de Shasta.
El incendio se volvió muy activo anoche y registró un aumento significativo de tamaño. Los bomberos trabajarán durante el día para reforzar las líneas de contención y construir una nueva línea alrededor del siniestro.
Meteorólogos predicen que las altas temperaturas y la baja humedad continuarán esta semana, lo que favorece aún más incendios y agrava las dificultades de los bomberos en el sur de California.
Rachel Hines, residente de French Gulch, dijo que tuvo dos horas para salir y que otras personas en el antiguo pueblo minero tuvieron tan sólo 30 minutos. La comunidad se ha enfrentado a dos incendios en las últimas dos semanas, agregó.
«Es terrorífico. A uno le da miedo porque no sabes si vas a regresar a tu casa y el pueblo será totalmente diferente», dijo a la televisora KRCR.