El Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE) informó que desde agosto de 2018 a julio de 2019, la deforestación en la Amazonía se incrementó en un 30 por ciento.

Según datos oficiales publicados este lunes, el instituto precisó que la comparación se realizó con el mismo período de tiempo pero de 2017 y 2018.

“A pesar del período de datos que terminó justo antes de que los incendios de este año estuvieran en su apogeo, la deforestación alcanzó los nueve mil 762 kilómetros cuadrados y es la más alta registrada desde 2008”, destacó en un reporte la organización ecologista Greenpeace.

De acuerdo con las cifras preliminares de agosto a octubre de 2019, cuando los incendios alcanzaron su punto máximo, indican que ahora se registra el doble de áreas con advertencias de deforestación en comparación con el mismo período de 2018.

Dicha información se desprende de los datos de DETER, un índice desarrollado por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, sobre alertas de cambios en la cubierta forestal en el Amazonas.

“La agenda anti-ambiental del presidente Bolsonaro favorece a quienes practican crímenes ambientales y alienta la violencia contra la gente de los bosques. Su administración está destrozando prácticamente todo el trabajo realizado en las últimas décadas para proteger el medio ambiente y poner fin a la deforestación”, afirmó la activista amazónica de Greenpeace en Brasil, Cristiane Mazzetti.

La activista añadió que ante el aumento de la deforestación, incendios, invasiones de áreas protegidas y violencia contra los pueblos indígenas, así como un escenario alarmante para la Amazonía, no se ha presentado ninguna política coherente para proteger el bosque y sus pueblos.

Mazzetti expresó que es necesario en el país sudamericano revertir lo antes posible la destrucción ambiental que se encuentra en curso y exigir un plan efectivo para combatir la deforestación.

“Las compañías que compran productos como alimentos para animales y ganado de Brasil también deben tomar una posición en contra de la desastrosa política anti-ambiental de Bolsonaro y acelerar sus esfuerzos para eliminar la deforestación de sus cadenas de suministro”, puntualizó.