Los trabajadores de los servicios funerarios y crematorios se han convertido en uno de los sectores particularmente vulnerables frente el SARS-CoV-2, por lo que la senadora Nancy de la Sierra Arámburo pidió el Gobierno Federal que se considere como un grupo prioritario para la aplicación de la vacuna contra el virus.
En la sesión de la Comisión Permanente del 13 de enero, la legisladora del Grupo Parlamentario del PT subrayó que este personal tiene contacto directo con cadáveres infectados por Covid-19 y es un elemento clave para sobrellevar esta emergencia sanitaria.
“Si bien, no forman parte del cuerpo médico que busca sanar a las y los enfermos, son profesionales que buscan despedir a las y los fallecidos con respeto y dignidad, lo que genera un alivio para las familias que han perdido a sus seres queridos durante esta terrible crisis global”.
Ante el aumento de la demanda de servicios funerarios como resultado del incremento en la tasa de mortalidad, varias funerarias han reportado que se encuentran saturadas, a tal grado que optaron por operar las 24 horas del día, tiempo en el que los pequeños establecimientos pueden ofrecer entre ocho y nueve servicios.
La segunda ola de contagios ha alcanzado a estos lugares también, de tal manera que algunos dueños de funerarias han reportado que hay trabajadores que han fallecido tras estar en contacto con cadáveres, así como hay funerarias que ahora se niegan a recibir estos cuerpos.
“La situación es preocupante y debemos arrojar luz sobre ella. Debe alarmarnos por los trabajadores de estos centros que han sido víctimas del virus”; pero también porque el Instituto Mexicano del Seguro Social advirtió que tales cuerpos pueden suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos.
“Hoy más que nunca, debemos recordar que nuestra responsabilidad de salvaguardar derechos humanos nos convoca a no dejar a nadie atrás”.
El Gobierno de México ha considerado acertadamente al personal médico y a las personas adultas mayores, como grupos prioritarios para la aplicación de la vacuna contra esta enfermedad, una decisión necesaria porque la aplicación del fármaco debe considerar el grado de vulnerabilidad de la población.
Con esta misma lógica, Nancy de la Sierra insistió en que es necesario visibilizar a un sector que no ha sido tomado en consideración para el orden del proceso de inmunización y que también arriesgan su vida día con día las y los trabajadores de las funerarias y crematorios.
A la propuesta que fue turnada a la Segunda Comisión de la Permanente, se agregaron legisladores de diversos Grupos Parlamentarios.