El Senado ha aprobado reformas importantes, como la de la Ley General de Salud que prohíbe el uso de animales en pruebas de investigación para productos cosméticos, pero se requiere que estos cambios se homologuen en cada entidad federativa, para que se pueda prevenir y sancionar esta práctica de manera eficaz.
Cada estado cuenta con su propia normativa, por lo que en algunas entidades las pruebas en animales para productos cosméticos pueden constituir un delito, y en otras sólo hay sanciones administrativas, por lo que es indispensable armonizar la reforma a la Ley General de Salud, que aprobó la Cámara de Senadores.
Además, consideran importante que la sociedad, asociaciones, organismos y legisladores “trabajemos para encontrar puntos de equilibrio, que permitan transitar hacia una sociedad más respetuosa hacia los animales”.
No obstante, impulsó una iniciativa para reformar la Constitución y reconocer a los animales como seres vivos, sintientes y sujetos de derechos, que ya aprobó el Senado y fue enviada a la Cámara de Diputados.
Además, se hizo un llamado a la colegisladora para que avalen esta propuesta y así incluir, dentro de la legislación federal, el tema del maltrato animal: “es muy importante seguir avanzando en estas acciones desde los congresos locales y desde el Congreso de la Unión”.
Blanca Alicia Mendoza Vera, procuradora Federal de Protección al Ambiente, refirió que la reforma para prohibir el uso de animales en pruebas cosméticas, “nos lleva a reflexionar sobre la obligación que tenemos todos para respetar y cuidar a estos seres vivos”.
Estos cambios, agregó, son trascendentes, porque reconocen un principio fundamental en materia ambiental, en la medida en que avanzan los conocimientos científicos para cuidar y respetar a todos los seres vivos.
Alejandro Arena Barroso, presidente del Patronato del Zoológico de León, Guanajuato, subrayó que los zoológicos en el país no se justifican sólo para brindar un espectáculo o para alimentar a los animales, sino que tienen una misión educativa y científica, para habilitar espacios apropiados para la reproducción de especies que se encuentran en peligro de extinción.