El Partido Demócrata recuperó el control de la Cámara de Representantes, en lo que fue visto aquí como una “derrota significativa” para el presidente Donald Trump, quien convirtió las elecciones intermedias en un referendo sobre su mandato.
Los republicanos lograron, sin embargo, retener el control del Senado, lo que garantiza un periodo de gobierno dividido para la segunda mitad de la Presidencia de Trump, en lo que podría tener consecuencias para su agenda doméstica y para las elecciones presidenciales de 2020.
La conservadora cadena Fox News, el medio informativo favorito del presidente, proyectó antes que nadie el triunfo demócrata, seguida de las otras cadenas estadunidenses. “Es una derrota significativa para Trump”, resumió CNN.
Las elecciones pusieron en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 35 de los 100 del Senado, así como 36 gubernaturas, más de seis mil puestos de elección popular y más de 150 iniciativas de ley.
Los demócratas solo requerían 23 ganancias netas para arrebatar el control de la Cámara de Representantes a los republicanos, que asumieron la mayoría del órgano legislativo desde 2010.
El control demócrata de la Cámara de Representantes podría derivar en la reapertura de la investigación de la injerencia rusa en las elecciones y en oposición a las prioridades de Trump, como el muro en la frontera con México y el fin de Obamacare.
Aunque no existen cifras finales de la nueva composición del Congreso, las cadenas proyectaron que los demócratas tendrán suficientes escaños netos adicionales para ser mayoría a partir de 2019.
En el Senado, los republicanos se enfilan a tener una mayoría ampliada, gracias a la derrota del demócrata Joe Donnelly en Indiana y de la demócrata Heidi Heitkampf en Dakota del Norte. Ambos votaron contra el juez Brett Kavanaugh y representaban a estados republicanos.
En senador de Texas, Ted Cruz, pudo mantener su escaño, pero enfrentó una seria competencia del demócrata Beto O’Rourke.
En contraste, el republicano Kris Kobach, el autor de una ola de iniciativas antiinmigrantes en Estados Unidos y aliado político de Trump, perdió su puja para convertirse en gobernador de Oklahoma, un revés para los promotores de la línea dura en materia migratoria.
Analistas coinciden en que la decisión del presidente Trump de lanzar una ofensiva de apariciones públicas en la recta final de las elecciones, pudo amortiguar una derrota mayor en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, Trump fue repudiado por una mayoría de los votantes que participaron en las elecciones intermedias, para quienes la salud, no la migración, fue el tema más importante, según encuestas de salida de urnas.
El 55 por ciento de los votantes expresó desaprobación a Trump, frente al 44 que aprueban su gestión, de acuerdo con CNN.
De la misma forma, 39 por ciento de los votantes dijo haber votado contra Trump, frente al 26 que votó para apoyarlo y 33 para quienes el presidente no fue un factor.
En contra de Trump operó el hecho de que 47 por ciento de los votantes externó “fuerte desaprobación” por el presidente, comparado con un 31 que expresó una “fuerte aprobación”.
En el mismo sentido, más votantes consideraron que Estados Unidos se enfila en la dirección correcta, que aquellos que aprobaron el rumbo del país, de acuerdo con el sondeo, cuyas cifras pueden variar conforme transcurre la jornada electoral.
A diferencia de Trump, que convirtió a la migración en el tema central de la campaña a raíz de la caravana de migrantes centroamericanos, el principal asunto en la mente de los electores fue la salud.
El 41 por ciento de los votantes consideró el cuidado de salud el principal tema de las elecciones, seguido por la migración con 23, la economía con 21 y el control de armas también con 21.
En contraste, 68 por ciento de los votantes considera que la economía está en buen estado, contra 31 que estima que se encuentra en mal estado.
Pero singularmente casi la mitad del electorado considera que su situación económica personal ha mejorado y se mantiene similar, comparada con el inicio de la era Trump.