Un equipo de investigadores británicos han creado un guante sensor de bajo coste para ayudar al personal sanitario a identificar la posición fetal y la fuerza aplicada a la cabeza del feto durante el parto, factores que pueden contribuir a un parto obstruido y a malos resultados, según publican en la revista de acceso abierto ‘Frontiers in Global Women’s Health’.
Además, la tecnología puede proporcionar datos en tiempo real durante los exámenes vaginales, lo que podría mejorar los resultados de los partos en regiones con pocos recursos.
Desarrollan un guante inteligente de un euro que detecta la posición del feto, para ayudar a prevenir partos peligrosos
Cuando el parto no va como debería los médicos pueden utilizar una amplia gama de tecnologías médicas para determinar qué va mal. Sin embargo, en los países de ingresos bajos y medios no siempre se dispone de estas tecnologías ni del personal cualificado para utilizarlas. Los investigadores de este último estudio señalan que el 98% de los mortinatos se producen en estos países, lo que refleja el coste de este problema.
El parto obstruido, en el que la posición o el tamaño del feto bloquean su paso por el canal del parto, es uno de los principales factores subyacentes a este problema. Los médicos pueden remediar esta situación mediante diversas técnicas, pero primero tienen que identificar el problema, preferiblemente lo antes posible. La motivación de este estudio era crear una solución de bajo coste para los médicos de regiones con pocos recursos.
Los investigadores partieron de un simple guante quirúrgico como base de esta tecnología. Imprimieron sensores flexibles de presión y fuerza en las puntas de los dedos del guante, que consisten en nanocompuestos de óxido metálico capaces de generar una corriente eléctrica al tocar o rozar objetos.
Se aseguraron de que los sensores fueran lo bastante finos para no interferir con el sentido del tacto del médico. Se puede llevar un segundo guante quirúrgico sobre el guante del equipo, para mantener la esterilidad en la cavidad vaginal. También desarrollaron una aplicación para teléfonos inteligentes que permite a los médicos ver los datos del sensor en tiempo real. La producción de cada guante sensor cuesta menos de un dólar o un euro.
Para probar el sistema, los investigadores crearon modelos de la cabeza de un bebé con elastómero de silicona, que reproducía las delicadas estructuras superficiales del bebé real. Un obstetra experimentado realizó exámenes vaginales simulados utilizando el guante sensor y las cabezas de silicona, para comprobar si el sistema podía identificar características que indicaran la posición del feto y medir la fuerza aplicada a la cabeza.
El guante sensor indicó con éxito las articulaciones entre los «huesos» de las cabezas modelo con un salto de corriente eléctrica al pasar el dedo del guante sobre ellas. Esto permitiría a un clínico determinar dónde están esas articulaciones y, por tanto, calcular la orientación del feto. El guante también detectó con éxito la fuerza aplicada a las cabezas, proporcionando datos en tiempo real en la aplicación del smartphone.
Los investigadores tienen previsto realizar ensayos en humanos para determinar si el guante puede proporcionar la misma información en condiciones reales. Si tiene éxito, la tecnología podría proporcionar un sistema sencillo y barato de alerta precoz de partos obstruidos en regiones del mundo con pocos recursos. También podría ser una valiosa herramienta de formación para los médicos de esas regiones.
«Se trata del primer guante de este tipo que podría utilizarse para identificar la posición fetal y, por tanto, mejorar los resultados del parto –afirma la doctora Shireen Jaufuraully, del University College de Londres y autora principal del estudio–. Esperamos que, con una traslación clínica satisfactoria, el guante pueda utilizarse en todo el mundo, aumentando la seguridad del parto vaginal asistido».
Europa Press