Tras la renuncia del expresidente Felipe Calderón a su militancia panista, el líder de los diputados de esa fuerza política, Juan Carlos Romero Hicks, rechazó que su partido esté resquebrajado.
«No se está resquebrajando, tiene muchos retos porque evidentemente la elección del 1 de julio, salvo Guanajuato, donde tuvimos resultados diferentes, nos exige mucha humildad, autocrítica, reflexión, inclusión, sensibilidad y sobre todo, hacer propuestas que sean importantes para México», subrayó.
En entrevista, el líder parlamentario lamentó la decisión de Calderón Hinojosa de abandonar las filas del Partido Acción Nacional (PAN), a quien reconoció le tiene una gran admiración, cariño, respeto, gratitud y le deseó suerte.
Sin embargo, advirtió que para que haya democracia se requieren «demócratas» y Calderón nace en una familia de fundadores del Partido Acción Nacional (PAN), fue dirigente juvenil, secretario general, líder en la Cámara de Diputados, jefe del Estado mexicano, tiene una trayectoria muy reconocida.
En ese sentido, externó su deseo de que desde la nueva posición que el expresidente Calderón quiera ocupar pueda seguir construyendo caminos de democracia.
«Siempre que hay una pérdida en una familia, hay un ejercicio de crítica, de humildad y reflexión», puntualizó. Cuestionado sobre si la salida de Felipe Calderón puede incentivar que algunos panistas se vayan a otros partidos, incluido a Morena, dijo que no lo desea ni lo anticipa; no obstante, resaltó que el PAN tiene como criterio desde su origen de que «la línea es que no haya línea» y que sean ciudadanos libres.
Sobre el proceso interno de su partido, reconoció que Acción Nacional tiene muchos retos por delante: mostrar unidad, congruencia, sensibilidad y ser incluyente.
Romero Hicks aseguró que esta fuerza política iniciará la fase de ser un contrapeso republicano, de contención y construcción para fortalecer a las instituciones de México. Reconoció también que hay una gran insatisfacción colectiva con la clase política, «es una situación que se debe asumir como tal y el PAN tiene un reto muy grande, tiene que buscar más humildad, autocríticas, sensibilidad, inclusión y, sobre todo, mayor capacidad de propuesta».
Según él, «México necesita partidos fuertes, de hecho, parte del problema que tenemos es que después del 1 de julio los partidos prácticamente desaparecieron y quien ganó no es un partido, ni es realmente un movimiento, es un individuo, que hoy es el presidente electo y necesitamos entrar en ese nivel de reflexión».