La presencia es parte del programa “Manos del mundo en el Vaticano” emprendido por la Embajada de México ante la Santa Sede y los Museos Vaticanos
Este miércoles 8 de diciembre fue inaugurado un nuevo punto de venta y tienda de recuerdos para la oferta de artesanías de manos poblanas en el llamado brazo de Carlo Magno, Plaza de San Pedro, a la salida de la Basílica y que se suma al ya existente en los Museos Vaticanos.
La secretaria de Economía, Olivia Salomón, recordó la visita del Papa Juan Pablo II a Puebla y los mensajes del Papa Francisco, y retomó las palabras de ambos en el sentido de que la dignidad humana es un valor que no puede ser despreciado, por lo que se trabaja en favor de la sociedad, un principio que enarbola el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
La secretaria expuso que el encuentro de las artesanías de las y los poblanos en “Manos del mundo en el Vaticano”, responde a esa construcción de la dignidad, de revalorar a las mujeres y hombres, que desde sus expresiones artesanales, crean, se manifiestan, generan comunidad, dibujan un mensaje de liberación con sus productos.
Resaltó la generosidad de las artesanas y artesanos, tejedoras de sueños, moldeadores de ilusiones, que en esta época ayudan a recordar la paz, alegría, fuerza y consuelo, que llevan a la reflexión y al compromiso de enfrentar las situaciones cambiantes del mundo y sus desafíos, para ver las realidades de cada día, para hacer historia y futuro.
Como parte de las acciones de apoyo, difusión y fomento del trabajo de los artesanos de los diversos estados de la República Mexicana, el embajador de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco Chavarría, acompañado por la secretaria de Economía en representación del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta; el secretario de Cultura, Sergio Vergara y Marta Ornelas, secretaria de Turismo, acudió a este acto junto a Monseñor Paolo Nicolini, delegado del Papa Francisco para el patrimonio museográfico de la Sede Apostólica.
Asistieron también las artesanas Selena Karmina Cuateta Ramos, productora de barro policromado de Izúcar de Matamoros, con piezas como árboles de la vida que significaban la prosperidad y la abundancia en el matrimonio; Teresa Lino Bello, artesana de textiles tradicionales de Hueyapan con teñidos naturales con 42 años de trabajo en la cooperativa Tamachij- Chihualt, y Rosa Cortes Ramos, artesana de textiles de telar de cintura de Cuetzalan, con más de 23 años de trabajo que incluyen vestidos de novia.