Alfonso Reyes y la traducción fue el tema que reunió a las escritoras Elsa Cross, Martha Celis, Beatriz Saavedra y al historiador Javier Garciadiego, en el marco del ciclo Diálogos en femenino con Alfonso Reyes, actividad que se transmitió a través de Facebook de la Capilla Alfonsina y de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
En el marco de “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura, la poeta Elsa Cross leyó el texto Alfonso Reyes y las mujeres homéricas, en el cual resaltó sus traducciones sobre los griegos, en particular de La Ilíada, y poemas del libro Homero en Cuernavaca (1952).
“De la epopeya homérica, don Alfonso alcanzó a traducir completos y a publicar los primeros nueve cantos, un poco más de la tercera parte. Para mí, es la mejor traducción que hay en español”, comentó.
La también ensayista y traductora expresó que el limitado dominio de Alfonso Reyes del idioma de Homero le ayudó a traducir su poesía sin sacrificar el sentido fiel de sus poemas, ni forzar la métrica castellana a encajar en ritmos ajenos: “El resultado final es que el poema se lee con una fluidez extraordinaria”.
En su participación virtual, la investigadora Martha Celis expuso que las traducciones literarias de autores tan complejos como Gilbert Keith Chesterton y Lawrence Sterne contribuyeron a la consolidación de Alfonso Reyes como escritor.
“Llama la atención que el único autor al que tradujo repetidamente fue Chesterton, conocido como escritor de relatos policiales, aunque en realidad fue un polígrafo destacado en todos los géneros. Sus traducciones, ensalzadas en numerosos paratextos siguen publicándose a casi un siglo de su presentación y bien puede argumentarse una gozosa influencia unívoca entre ambos”, abundó.
La poeta Beatriz Saavedra, quien moderó la mesa, afirmó que el autor de Visión de Anáhuac (1917) no fue ajeno a la instalación de la generación de excelentes traductores del exilio español, ni al brillante programa de traducción promovido por el Fondo de Cultura Económica: “Alfonso Reyes es el iniciador de la afluencia de la traducción en el México contemporáneo”.
La también coordinadora del Taller de creación literaria Alicia Reyes de la Capilla Alfonsina recalcó que “Reyes fue un potente catalizador de la traducción académica que estalló en México desde finales de la década de los treinta, y tenía como meta cubrir el grave atraso bibliográfico que existía en los centros educativos de nuestro país”.
El director de la Capilla Alfonsina, Javier Garciadiego, quien fungió como presentador, recordó que en una carta dirigida a José Vasconcelos, El regiomontano universal le aseguró que tradujo al escritor inglés Chesterton “para sobrevivir”, aunque después se enamoró de su obra.
Afirmó que así como Alfonso Reyes no fue un erudito del griego clásico, tampoco lo fue del inglés, lo que también concibe como una ventaja en su traslación de autores como Stéphane Mallarmé, Laurence Sterne y el propio Chesterton.
El inglés no era una lengua que el regiomontano manejara. En una carta de 1909, su amigo Pedro Enríquez Ureña le dice a Alfonso Reyes: ‘no te inscribas en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, vete a Columbia; y Reyes le contesta ‘no puedo irme a Columbia porque no sé hablar inglés’. Menos de diez años después ya estaba traduciendo a Chesterton”, recordó.