El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, despidió a su Ministro de salud en plena la crisis por el nuevo coronavirus, ya que el funcionario se negó a inclinarse ante las demandas para aliviar las políticas de distanciamiento social con el fin de reabrir una economía en colapso rápido.
Luiz Henrique Mandetta se había convertido en el centro de atención durante las sesiones informativas diarias del Ministerio de Salud y en innumerables entrevistas en los medios en las que instó a los brasileños a quedarse en casa para reducir la tasa de nuevas infecciones, dando tiempo al sistema de salud para atender a los enfermos. Dijo en Twitter que Bolsonaro lo despidió el jueves.
El cambio en el liderazgo llega en un momento crítico para Brasil, ya que el número de muertes por virus aumenta y los expertos advierten que el pico de la pandemia aún está a semanas de distancia.
La relación de Mandetta con el Presidente se volvió tensa cuando Bolsonaro desafió públicamente sus políticas de distanciamiento social, mezclándose con simpatizantes en las calles y calificando la pandemia de «gripe pequeña».
Aún así, las encuestas recientes muestran que la postura del Ministro de salud está respaldada por la mayoría de los ciudadanos.
La medida puede avivar aún más las críticas de que Bolsonaro ha respondido lenta y erráticamente a la pandemia, que hasta ahora ha matado a más de mil 700 personas en Brasil.
Muchos de los aliados de Bolsonaro han roto con el Presidente para apoyar al Ministro de Salud, incluido el Gobernador de Río de Janeiro Wilson Witzel y el Gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, quien el miércoles dijo que la salida de Mandetta sería un «desastre» porque el país correría el riesgo de «ser guiado por política e ideología en lugar de medicina y salud».
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, y el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, también han expresado su apoyo a Mandetta.
Fuente: Bloomberg