Todos somos parte de la IBERO Puebla; la distancia no es un impedimento para construir vínculos significativos con el otro.

El Día de la Comunidad (DDC) es una jornada que año tras año celebra la diversidad y la amistad entre los integrantes de la IBERO Puebla. En esta ocasión, el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la Universidad Jesuita, invitó a la gente a ser resilientes y no perder la esperanza.

En ese sentido, Patrón Sánchez lamentó que la pandemia haya impedido la cercanía física, pero invitó a todos a replantear la convivencia: “Debemos buscar nuevos modos de recordar, agradecer y celebrar todo lo que nos mantiene unidos a pesar de la distancia”.

En su mensaje, el Rector de la IBERO Puebla explicó que el mayor orgullo de la Universidad es el contar con alumnos y colaboradores que tienen consciencia crítica sobre las injusticias y que buscan ser los agentes de cambio que inclinen la balanza a favor de la igualdad.

Con un mensaje alentador, Patrón Sánchez concluyó su discurso. “Estoy convencido que estos tiempos de complejidad inédita han sido recibidos por nuestra comunidad como una invitación a revisar críticamente el actual orden de cosas”. Explicó que como sociedad debemos construir una vida más digna para aquellos que han sido despojados de sus derechos.

La espiritualidad como herramienta ante la incertidumbre

Por su parte, los sacerdotes jesuitas que forman parte de la IBERO Puebla expresaron a través de distintos videos lo importante que es mantener viva la flama de la esperanza sin importar que tan oscuro o estrecho sea el camino.

En ese sentido, el Dr. Carlos Escandón Domínguez, SJ, manifestó que para sobrellevar las dificultades ocasionadas por la pandemia es necesario tener fe en que algún día volveremos a estar juntos: “la gran virtud del futuro es la virtud de la esperanza”, comentó el P. Escandón Domínguez.

El Mtro. José Teódulo Guzmán Anell, SJ invitó a los integrantes de la comunidad universitaria a reflexionar sobre la encíclica del papa Francisco en la que menciona que un verdadero proyecto de metamorfosis social empieza con desafiar al capitalismo y al enajenamiento que este provoca.

Bajo este contexto, el Mtro. Manuel Solís Echeverría, SJ, argumentó que la pandemia ha puesto de ejemplo que el progreso de la humanidad no es posible desde la individualidad: “los invito a construir puentes de vínculo, solidaridad de apertura a los otros”. Todo esto con el propósito de erigir una hermandad global.

El Mtro. Ildefonso Navarro Zayas, SJ, planteó que el Área de Reflexión Universitaria (ARU) tiene el desafío de lograr que la Universidad sea el lugar en el que se debata sobre una colectividad pospandémica en la que la ciencia y la igualdad rijan al nuevo mundo.

Por su parte, el Mtro. Arturo González González, SJ reflexionó sobre su trayecto en la Compañía de Jesús y los mensajes que Dios nos deja para encontrar el significado de la vida: “no se cansen de buscar lo que les hace trascender en su vida y los que les da plenitud”.

Durante la misa por el Día de la Comunidad, los sacerdotes jesuitas invitaron al aglomerado universitario a actuar desde la misericordia, a no olvidar a los más vulnerables y a reconstituir una sociedad que abandone al neoliberalismo por sistemas socioeconómicos que beneficien a todos por igual.

Esta fecha estuvo cargada de emociones y reflexiones. Sirvió para reconocer que a pesar de lo difícil que es sobrellevar la situación actual, existe la esperanza y la certeza de que algún día los pasillos, las aulas y los espacios de la Universidad Iberoamericana Puebla volverán a contar con la presencia de todos los que formamos parte de ella.