Ciudad de México, 20 Ago (Quién).- Hacía cinco años que Diego Luna no se ponía detrás de una cámara. Su último proyecto en esta faceta había sido Sr. Pig , estrenada en 2016, en la que pudo trabajar a Danny Glover y Maya Rudolph . Aunque había estado dedicado en su totalidad a la actuación, el «gusanito» de volver a dirigir seguía ahí. Y contra lo que se pudiera pensar, la llegada de la pandemia fue lo que le dio el empujón que necesitaba para volver a hacerlo.
Luna regresa como director con Todo va a estar bien , que se estrena este 20 de agosto en Netflix y que lleva en sus roles principales a Flavio Medina y Lucía Uribe Bracho . La producción cuenta la historia de una pareja que, aunque está separada, sigue viviendo bajo el mismo techo, en gran parte para tratar de afectar lo menos posible a su hija, aunque quizá, esto no sea una gran idea. «Estábamos listos para arrancar el rodaje y yo iba a hacer probablemente sólo un episodio e iba a estar más involucrado como productor y de repente llegó la pandemia y detuvo todos los proyectos. Después de los primeros meses sacamos Pan y circo , recuerdo, y cuando ya salió dije: ‘este es el momento de replantear la serie para que se pueda hacer en estas condiciones, en estos momentos’. «Entonces fue ahí que me di cuenta que podía hacerla yo como película, filmarla de principio a fin, como se filmaría una película y por suerte, tanto nuestros socios como Netflix nos dijeron que sí», nos contó Diego en entrevista virtual. «Llevaba un tiempo queriendo dirigir. Todo va a estar bien al principio fue el esbozo de un guión que nunca llegó a concretarse para cine y esa premisa despierta la idea de hacerlo y la verdad, tiene mucho que ver con la pandemia que lo haya podido hacer así», agregó el actor de 41 años. La historia, situada en la CDMX, reflexiona no sólo acerca del amor y las relaciones de pareja, sino también en lo que nos está tocando vivir en la actualidad: desde el coronavirus, la 4T, pasando por el machismo, el acoso y la incorporación del lenguaje inclusivo a la vida cotidiana, entre otros temas. «La serie nació de la intención de contar una historia de amor actual, que sucediera en el México que yo vivo, en el entorno al que pertenezco. Me planteé hacer una comedia, pero en el camino terminó siendo más un drama con humor», mencionó Luna.
Todo está bien, dice Diego , le volvió a la vida porque durante los meses de encierro se sentía atorado. «Pude sacar todas esas ganas que tenía de reflexionar, de hablar, de hacer lo que me gusta, de contar historias a través de esta serie y lo logramos. Todos los que trabajamos aquí vivimos una suerte de despertar con la serie, nos volvió la energía y la certeza de que lo que teníamos tenía un camino posible». Luna no sólo es productor y director de los ocho episodios; también se involucró en el desarrollo del guión y hasta en el soundtrack y la selección del reparto, que incluye a la niña Isabella Vázquez , quien interpreta a Andrea , la hija de Flavio ( Ruy ) y Lucía ( Julia ). Aunque él mismo fue un niño actor (empezó su carrera a los ocho años) acepta que no se identificó con Isabella a la hora de dirigirla. Sin embargo, tampoco fue tan complicado trabajar con ella ya que, de hecho, ya había hecho un proyecto con niños, la película Abel . » Isabella fue un hallazgo maravilloso. Es una niña muy divertida, muy creativa y amorosa. Disfruté mucho colaborar con ella, pero no puedo decir que yo me identifique con ella; ya quisiera yo haber sido tan inteligente y sensible a su edad. «En general los niños y las niñas son capaces de llevar una ficción hasta sus últimas consecuencias, si están cómodos y en confianza su imaginación es inagotable. Ella tiene una soltura y un entendimiento de la ficción que ya me hubiera gustado tener a mí a su edad. Fuimos muy afortunados de poder trabajar con ella», abundó Diego . Más que dejarle aprendizajes, Todo va a estar bien definitivamente es un reflejo de las cosas qu Luna se cuestiona y de los temas sobre los que quiere trabajar. «Es un momento indispensable para cuestionar nuestra masculinidad, para preguntarnos cómo queremos educar a nuestros hijos e hijas, o hijes como diría Andrea . Cómo hacer pues para vivir en una sociedad más respetuosa y amorosa, donde podamos erradicar violencias y desigualdades que hoy hemos normalizado. Por ahí va la cosa», finalizó Diego.