Diego Jonathan Fernández Quintero cumple hoy 433 días de prisión en China y quedan sólo siete días para que sea sentenciado de forma definitiva por agredir a un adulto de la tercera edad.
A su familia le queda una semana para recaudar los 500 mil yuanes (un millón 595 mil pesos) que la víctima exige como compensación, de lo contrario, será condenado de siete a nueve años de prisión.
Diego viajó a China en febrero de 2017, junto con su hermano Alejandro, para dar clases de inglés en una escuela.
En abril de ese año, Diego y Alejandro salieron a cenar y tomaron unas copas. Cuando regresaron al lugar donde vivían, Diego, de 19 años, tuvo un altercado con el vigilante, con quien forcejeó porque no lo dejaba ingresar al edificio y lo empujó y golpeó, como admitió la madre de Diego, Blanca Yolanda Quintero Sánchez, en diversas entrevistas con los medios.
Tras el incidente, el vigilante denunció la agresión, lo que derivó en la detención de Diego, aunque dos meses después salió libre por falta de pruebas. Sin embargo, en noviembre pasado fue nuevamente detenido y desde entonces permanece en una prisión de Pekín.
Antes del próximo 15 de junio debe cubrir un acuerdo reparatorio con el agraviado por 500 mil yuanes, por lo que familiares y amigos realizan una colecta.
Excélsior consultó a Víctor Ramos, abogado mexicano por la UNAM con una maestría en derecho chino por la Universidad China de Ciencia Política y Derecho, quien explicó que, en China, la compensación funciona en muchos casos como un medio más ágil para resolver este tipo de conflictos.
Sin embargo, Ramos indicó que se ha presentado un abuso de ésta. “Se mezclan cuestiones civiles con penales y se da la posibilidad de abuso, pues la gente siempre pagará por conservar su libertad o hasta su vida”, afirmó.
Detalló que la compensación es de naturaleza civil, pero su uso tan extendido y la posibilidad de que la víctima supere a la ley responde a las prácticas del sistema penal de China anteriores a la apertura comercial.
En el caso de Diego, sea donde sea que esté el caso y si fue justificable o no, es un connacional y debemos apoyarlo”, agregó el abogado, quien radica en China desde 2016.
Respecto a la colecta que la madre del joven michoacano encabeza, señaló: “No soy de la idea de regalarle el dinero, pero sí en caso de que se pueda contactar a la familia o que ellos propongan una forma en que van a regresar a la sociedad las aportaciones que se les hagan”.
LOS ANCIANOS SON PRIORIDAD
Una agresión a un adulto de la tercera edad en China tiene repercusiones mayores, debido a que, desde hace miles de años, en esa cultura se ha promovido el respeto y cuidado de los mayores.
En 2013 incluso entró en vigor una enmienda legal para obligar a los adultos a visitar y hacerse cargo de sus padres ancianos, de lo contrario, pueden ser demandados, multados e ir a la cárcel.
La ley de la República Popular de China sobre la Protección de los Derechos e Intereses de los Ancianos, establece (artículo 46) que “quien insulte a ancianos en público por violencia u otros medios, los calumnie o los maltrate, si el caso no es grave, será castigado de conformidad con las disposiciones pertinentes del Reglamento de Sanciones Administrativas para la Seguridad Pública; si el caso constituye un delito, su responsabilidad penal se perseguirá de acuerdo con la ley”.
En tanto, el Código Penal indica que quien hiera intencionalmente a otra persona será condenado a un máximo de tres años de prisión.
Fuente: http://www.excelsior.com.mx