Miami, 17 Ene (El Informador).- El músico argentino Diego Torres va por su noveno disco y su ‘hit’ «Color esperanza» lleva ya 20 años dando la vuelta al mundo: «tiene un poder especial», reconoce en entrevista.
«Que la gente te diga: ‘yo escucho este disco, lo tengo y lo sigo escuchando’… eso para mí es el verdadero éxito. Qué bueno que la gente me siga manteniendo ahí con esas canciones vigentes. Crecimos juntos. Las madres, los padres, las familias en común se lo ponen a sus hijos», agrega.
Publicado a finales de 2001, cuando en Argentina explotaba la peor crisis política, social y económica de su historia, «Un mundo diferente» vendió más de 6 millones de copias en todo el mundo y será siempre recordado por incluir «Color esperanza», que se convirtió en un himno en Iberoamérica.
Una canción compuesta por Coti Sorokin, Cachorro López y el propio Torres, quien incluso llegó a cantarla ante el papa Juan Pablo II en 2003. «Ves lo que despierta la canción ya con cantarla y decís ‘¡uy! esto tiene un poder especial'», señala.
Y sobre si ha llegado a cansarse de ella, reflexiona: «Pasás por todos los estados. Lógicamente a veces te cansás de la canción, y volvés a revivirla y la volvés a hacer. Pero ahora ya, cuando el tiempo pasó, no sé si es que me estoy poniendo viejo y se notan los 50 años, tengo un respeto y emoción, porque me doy cuenta y digo… ‘¡guau, boludo, lo que puede generar una canción!'».
En 2019, su decisión de interpretarla en un macroconcierto celebrado para reclamar libertad para el pueblo venezolano molestó a Coti, cocreador del tema, que consideró que se usaba políticamente. Polémica que arreció ese mismo año por declaraciones de ambos músicos sobre la autoría del tema.
Roce que terminó poco después, cuando durante la pandemia de COVID-19 los compositores decidieron reencontrarse: «Estuvo bueno el reencuentro con Coti y Cachorro. Decíamos… ‘¡tiene que venir una pandemia para que nos reencontremos!’. Y también yo agradecido a Coti como compositor y lo que hemos generado con esta canción, que creo que es lo más hermoso que nos ha pasado», sentencia.
Una reconciliación que desembocó en la grabación en 2020 de una nueva versión cantada por Diego y Coti con otros artistas internacionales. Lo recaudado se donó a la Organización Panamericana de la Salud.