Unos 10 mexicanos, entre obispos, sacerdotes y una docente de canto, participarán en la próxima asamblea del Sínodo de los Obispos prevista para octubre próximo en el Vaticano y que se ocupará sobre la realidad de los jóvenes.

Según informó la Secretaría General del Sínodo, ellos asistirán al encuentro, que será presidido directamente por el Papa Francisco, en calidad de “padres sinodales”, de “asistentes” y la única mujer del grupo, Corina Fiore Mortola Rodríguez, ocupará el puesto de “auditora”.

La delegación mexicana es parte de la asamblea que reunirá en Roma a unos 417 participantes entre cardenales, obispos, sacerdotes, estudiosos, filósofos, delegados de otras iglesias cristianas y diversas religiones. Se trata de la decimoquinta asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, un organismo instituido hace casi cinco décadas para asesorar al Papa en temas de actualidad.

En esta ocasión, durante los trabajos previstos del 3 al 28 de octubre, los asistentes abordarán el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.

Los elegidos por la Conferencia del Episcopado Mexicano como delegados oficiales del país son los obispos de Netzahualcóyotl, Héctor Luis Morales Sánchez; de Tapachula, Jaime Calderón Calderón; así como los auxiliares de Tlalnepantla, Jorge Cuapio Bautista, y de Monterrey, Juan Armando Pérez Talamantes.

A ellos se sumará el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de la Ciudad de México, quien tomará parte gracias a una invitación especial del mismo pontífice, una muestra de confianza reservada sólo a clérigos cercanos al Papa. Completan la lista algunos sacerdotes asistentes, quienes cumplirán labores de apoyo logístico y servicio.

Se trata de Miguel Martínez Cruz, Francisco Ignacio Santos Hernández, así como Alejandro de la Garza Gossler y Luis Ramírez, ambos de la congregación de los Legionarios de Cristo. Asimismo, Corina Fiora Mortola Rodríguez asistirá como auditora, tendrá derecho a voz pero no voto.

Ella es docente de canto en el Teatro Musical de Guadalajara (Jalisco) y hace algunos meses fue seleccionada para participar en una reunión preparatoria al Sínodo, junto con más de 300 jóvenes de todo el mundo.

Entre otras cosas, la asamblea del sínodo debatirá temas de candente actualidad como la espiritualidad de los jóvenes, la falta de fe, el ateísmo, sus problemas más urgentes como la escasez de trabajo, la violencia, la sexualidad y su espacio dentro de la Iglesia católica.

Esta multiplicidad de temas serán discutidos tanto en el pleno del Sínodo, con discursos abiertos, como en pequeños círculos.

Al final se redactará una lista de propuestas que será entregada directamente al Papa y le servirán como base para documentos o eventuales acciones futuras.