La red social Facebook tuvo un acuerdo para proveer datos de sus usuarios con un selecto grupo de empresas, algunas de las cuales tuvieron accesos especiales a los registros mucho después que en 2015 la compañía terminara esta práctica con desarrolladores, según fuentes citadas por el diario Wall Street Journal.
Los acuerdos, conocidos internamente como «whitelists» (correo preferente), permitieron a 60 compañías, como RBC Capital Markets o Nissan, acceder a información de los usuarios como son sus listas de amigos.
Eso incluye también los números de teléfono y una métrica llamada «enlace de amigo», la cual mide el grado de cercanía entre usuarios y otros de su misma red, según personas familiarizadas con el caso.
Por su parte, personal de Facebook aseguró que la empresa logró un pequeño número de acuerdos con desarrolladores principalmente para mejorar la experiencia del usuario, probar nuevas características y permitir que ciertos socios cancelen los proyectos de intercambio de datos.
Aunque en 2015, la compañía cerró el acceso a este tipo de datos para desarrolladores, las extensiones duraron semanas o incluso meses, según Facebook, pero no está claro cuándo terminaron todos los acuerdos o cuántas empresas tuvieron acceso a las extensiones.
Personas familiarizadas con el caso, aseguraron que la mayoría de los desarrolladores que se pusieron en contacto con Facebook no sabía que la empresa ofrecía este acceso o extensiones preferenciales para ciertos socios.
Por su parte, expertos en privacidad afirmaron que los usuarios de Facebook probablemente no sabían que sus datos eran compartidos.
«No creo que nadie tenga una comprensión razonable de cuán generalizado fue esto», aseguró David Vladeck, ex director de la Oficina de Protección al Consumidor (FTC) de la Comisión Federal de Comercio.
Para Vladeck, cualquier transacción realizada después de 2012 podría generar un escrutinio sobre si Facebook incumplió su acuerdo ese año con la FTC, según la cual la empresa debe tener a sus usuarios en aviso claro y antes de obtener su consentimiento antes de compartir su información más allá de la configuración de privacidad.
Las revelaciones se producen en un momento en que Facebook lidia con las consecuencias relacionadas con el mal uso de datos personales por la firma Cambridge Analytica, empresa de análisis político que ayudó en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 y compró datos de 87 millones de usuarios de otro desarrollador.
La crisis generó preguntas sobre la laxa supervisión de Facebook de su plataforma y dos apariciones del presidente ejecutivo Mark Zuckerberg en abril ante el Congreso.