El líder de los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), René Juárez Cisneros, sostuvo que su bancada tiene una estrategia muy clara de acompañar las iniciativas y reformas que deban hacer por convicción.
El priista, quien ahora está a cargo de una bancada de 47 diputados, la más disminuida en la historia del partido fundado en 1929 por Plutarco Elías Calles, rechazó añoranza por una formación dominante en el Poder Legislativo.
En entrevista con Notimex, el exgobernador de Guerrero reivindicó que lo que nunca se va a ver es a un PRI «gritando, ni faltándole al respeto, ni mentando madres, eso no” y advirtió que cuando no estén de acuerdo en algo lo dejarán perfectamente claro con argumentos.
“Pero de eso a que estemos pasmados, pues no. Somos prudentes y observamos, porque la Cámara se está acomodando, nos estamos acomodando”, añadió el también exsubsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación.
Asimismo, sostuvo que no hubo “agandalle” ni un avasallamiento de Morena en el reparto de comisiones, luego de que al partido tricolor le tocaron sólo cuatro, la de Asuntos Frontera Norte; Atención a Grupos Vulnerables; Defensa Nacional; y Economía, Comercio y Competitividad.
En oficinas prestadas, porque todavía no han podido ingresar a las que les corresponden, Juárez Cisneros argumentó que Morena hoy es el grupo mayoritario en la Cámara de Diputados y era lógico que no iban a dejar Energía, Presupuesto ni Educación.
En ese contexto, comentó que “uno tiene que saber ubicarse”, e insistió que su bancada tiene los espacios que merecen, “y hemos tenido el trato que exigimos que es de dignidad y respeto. No tengo ningún problema, a mí no, yo no he sentido ningún avasallamiento”.
Agregó que al contrario, ha encontrado una enorme disposición en Mario Delgado, líder de los diputados de Morena, para ir acordando cosas, así como con el resto de los coordinadores.
Juárez Cisneros admitió también que van por la transformación del PRI que debe ser del tamaño de la derrota y la decisión de cambiar las siglas del partido será de la militancia, e insistió que en la derrota «no hay un responsable único, somos corresponsables, gobiernos estatales, gobiernos municipales, con cargo o sin cargo”.
En cuanto a la iniciativa de la diputada del Partido del Trabajo (PT), Ana Guevara, de prohibir que los partidos políticos tengan los colores de la bandera nacional, dijo que respetan las expresiones que tengan los de afuera en relación al tricolor, así como de la vida interna de los demás institutos políticos, por lo que reclamó el mismo respeto hacia el PRI.
Asimismo, dijo que tienen que procesar el nombramiento de la nueva dirigencia, que tendrá que ser democrático y abierto, porque es lo que exige la militancia, además de cuidar la unidad y la cohesión del partido.
Además, rechazó que se tenga que blindar a su bancada para evitar fugas al grupo de Morena, ya que confía en la convicción, lealtad y congruencia de los diputados priistas.
“Los demás, pues no sé, verdad, yo no puedo opinar por los demás, pero por los nuestros sí. Es esa congruencia ideológica, esa lealtad partidaria, identidad partidaria, ese sentido de gratitud, de pertenencia, pues lo que es le da solidez y cohesión al grupo. No, ese no es un problema que a mí me tenga inquieto”, aseguró el exdirigente priista.
Reiteró que Morena tendría que dar a conocer su propuesta para derogar la reforma educativa como pretende, porque “es muy simple, tú puedes rechazar o puedes cancelar o puedes sugerir sustituir algo cuando tienes algo con qué sustituirlo, cuando tienes algo con qué equipararlo. Y yo lo que he dicho es, ajá, ok, la borramos, le quitamos, no le dejamos ni una coma, y luego qué hacemos».
Sobre el riesgo de que se vayan contra otras reformas estructurales, aceptó que Morena tiene mayoría y en su momento podrán tomar las decisiones que ello les permite, aunque, «aquí lo que se tiene que ver es el sentido de viabilidad de estos cambios, de estas modificaciones, anteponiendo siempre el interés de México”.
Juárez Cisneros insistió que su bancada estará a favor de todo aquello que le sirva al país y a la gente, sobre todo a los más pobres, que son los que requieren la solidaridad y el apoyo.
Cuestionado sobre si valió la pena que el PRI haya sacrificado tanto en una elección por reformas que ahora quieran quitar, comentó que el presidente de la República en su momento tuvo la opción de administrar los conflictos o de transformar a este país y se asumió el costo.
Al sostener que hay un tiempo de consolidación de las reformas, las cuales se pueden perfeccionar, destacó que partir del 1 de diciembre se verá qué pasa en este país y “espero que les vaya muy bien, que tengan éxito porque si le va bien al presidente, le va bien a México”.