Después de ganarlo todo en la NFL y ser considerado el mejor mariscal de campo de la historia, muchos se preguntan por qué Tom Brady sigue jugando.
A sus 41 años, el futuro miembro del Salón de la Fama suma cinco títulos en ocho viajes al Súper Tazón, tres premios como Jugador Más Valioso de la Liga e innumerables récords, que incluyen el de más yardas y más touchdowns por pase entre rol regular y Playoffs, que impuso esta temporada.
A diferencia del coach de los Patriotas, Bill Belichick, Brady es todo concentración dentro del emparrillado, pero fuera de éste, al menos en apariencia, puede ser el tipo más amable de la Liga.
«Cuando estoy en el campo, enfrente de 70 mil personas, puedo hacer lo que yo quiera. Puedo ser como soy yo, con esa emoción cruda y esa energía. Si quiero gritarle a alguien, lo puedo hacer, pero no me ves haciendo eso en ningún otro lado», confesó el mariscal de campo en el podcast del escritor y cineasta Gotham Chopra, «Why Sports Matter», que él mismo publicó ayer en su cuenta de Instagram.
Está de más decir que no lo hace por el dinero, ya que en varias ocasiones ha autorizado al equipo para reducir su salario y poder traer más jugadores para seguir peleando campeonatos.
«Dentro del campo puedo ser yo de muchas maneras y, de alguna forma, no puedo ser yo mismo, si no me siento protegido. Creo que la forma de protegerme es aislarme, porque protejo lo que soy y no confío en mucha gente, por eso amo tanto el futbol americano, porque me permite ser yo mismo de una forma tan auténtica que me cuesta trabajo serlo cuando no estoy en el campo», enfatizó.
El domingo, Brady disputará su partido 38 en postemporada. Lo hará en la Ronda Divisional en el Gillette Stadium ante los Cargadores y Philip Rivers, un quarterback contra el que tiene marca de 7-0 como titular, incluyendo 4-0 en Foxboro y 2-0 en Playoffs.
Y más que aumentar su confianza por esa historia exitosa, el pasador de Nueva Inglaterra se prepara como si fuera el último duelo de su carrera, y no sólo por Rivers, sino por la defensiva de Los Ángeles.
«Estuve viendo videos toda la noche», aseguró Brady.
A pesar de ser una leyenda viviente, nunca se puede estar demasiado preparado, sobre todo cuando el orgullo y el legado están en juego.