Dormir menos de cinco horas diarias puede incrementar hasta en un 21 por ciento el riesgo de muerte, así como generar alteraciones en la concentración, estrés y bajo rendimiento académico, señaló la psiquiatra Maritza Sandoval Rincón.

La especialista de la Unidad de Trastornos del Movimiento y Sueño de la Secretaría de Salud explicó que durante el sueño se realizan diversos procesos, como la fijación de memoria, regulación del apetito y saciedad, que tienen un impacto positivo en la salud.

«Cuando no dormimos bien, estos procesos no se realizan, por lo que puede haber repercusiones en la salud», alertó.

Las primeras consecuencias que pueden presentarse son alteraciones en la concentración y problemas en la ejecución de tareas motoras, sin embargo cuando la privación de sueño se hace crónica puede haber estrés, aumento de riesgo cardiovascular y mortalidad.

«El riesgo de muerte entre personas que duermen menos de cinco horas es 21 por ciento mayor que en aquellos que duermen entre siete y ocho horas. La explicación más lógica es que no se están cumpliendo todos estos procesos, lo que merma la salud», subrayó.

Agregó que una persona adulta necesita dormir entre siete y ocho horas; sin embargo, para lograrlo se debe dar la importancia necesaria al sueño y mantener horas específicas para dormir y despertar, además de evitar siestas durante el día y no consumir sustancias estimulantes.