Una mala supervisión y mantenimiento del aparato, por parte de las empresas correspondientes, un par de pequeños tornillos sueltos y la falta de reacción del piloto, que tuvo apenas unos tres segundos de margen cuando la nave quedó invertida, fueron algunas condiciones que ocasionaron el «accidente» por el que se desplomó el helicóptero en que viajaban, el 24 de diciembre de 2018, Martha Erika Alonso Hidalgo, entonces gobernadora de Puebla, su esposo Rafael Moreno Valle Rosas y otras tres personas, quienes murieron, concluye el informe final del gobierno de México.
Durante la conferencia mañanera del presidente, en Palacio Nacional, se ofreció un resumen del amplio dictamen en el que participaron especialistas de Italia y Estados Unidos, en el que todos concluyeron que «no se trató de un atentado», pues además no se halló ningún material ageno a la aeronave que cayó y lueho se incendió en terrenos del municipio de Coronango, Puebla.
El helicóptero «no debió haber volado» ese día; debió haber permanecido en tierra.
Las fallas del helicóptero, se cenian perfilando desde el 17 diciembre, pero siguió realizando operaciones, hasta 31, fuera de la norma, explicó el subsecretario de Transportes, Carlos Alfonso Morán.
Se adelantó que por las fallas y negligencia, habrá auditorías técnicas a la empresa del Altiplano y al taller, que daba mantenimiento, y serán suspendidas sus actividades, amén de que han sudo sancionadas con multas de 300 mil pesos.