La educación es un asunto central en la sociedad, por lo que es de gran importancia crear ambientes formativos que fomenten el desarrollo emocional y el rompimiento de las divisiones entre las personas, generando relaciones más cercanas con los demás.
Con esta premisa en mente, Cimenna Chao Rebolledo, profesora de la Universidad Iberoamericana CdMx, dio inicio a su conferencia Educación socioemocional la frontera educativa del siglo XXI afirmando que la inteligencia emocional es un concepto de suma importancia en el contexto educativo actual.
Comenzó con un recuento de las emociones y sus niveles de energía. Detalló cómo las emociones nos predisponen a recibir información, señalando que, a través de la identificación de sentimientos y la realización de ejercicios de respiración, puede generarse un ambiente óptimo para la transmisión de información.
La doctora puntualizó que las divisiones entre individuos y grupos sociales han generado que las personas se consideren fuera de un ambiente de empatía, enajenadas y solitarias. En consecuencia, los casos de acoso y de suicidio han ido en aumento en el país.
Complementó mencionando que estas problemáticas se pueden abordar desde un nuevo enfoque pedagógico, el cual busque sensibilizar a las y los jóvenes a través del reconocimiento de sus sentimientos y los de los otros, disminuyendo así la soledad y aumentando la empatía y unidad.
Debido a esto, afirmó la importancia de la inclusión de las habilidades socioafectivas en la educación, que le permitan al estudiante aprender sobre las emociones, reconocer que todos las sentimos en todo momento y entender que conocerlas ayudará en la toma de mejores decisiones.
Chao consideró central la identificación, autorregulación y gestión de las emociones en la pedagogía socioemocional. También, puntualizó la importancia de cultivar la atención plena, el diálogo, la perspectiva y la colaboración, entre otros. El objetivo final, mencionó, es generar una empatía mayor entre nosotros y los demás, un autoconocimiento e independencia emocional.
Reconoció que el estrés durante el aprendizaje puede ser de tipo benéfico o perjudicial. El primero nos predispone a usar los sentimientos para enriquecernos a través de retos y estímulos del pensamiento, mientras que el segundo genera una percepción de amenaza y peligro.
En el cierre, Cimenna Chao invitó a las y los estudiantes a participar en soluciones para combatir la frustración estudiantil y el despropósito. “La educación socioemocional genera una convivencia óptima. En el contexto pedagógico, es importante preguntar: ‘¿cómo me siento?’”, concluyó.